Vacuna de la gripe, sal de dudas
Los niños menores de 5 años, especialmente los menores de 2, las personas de más de 65 años, los residentes de larga duración en centros de la tercera edad u hospitalarios, las personas con enfermedad crónica y, por supuesto, las embarazadas y madres que han dado a luz recientemente, son personas con alto riesgo de desarrollar complicaciones graves por la influenza (gripe). Se estima que con la vacuna se reduce un 70 % los casos de gripe en gestantes y el 80 % de bebés hospitalizados por la enfermedad. Para quienes pertenecen a uno de los grupos de riesgo, la vacuna contra el virus está financiada por la sanidad pública y debe administrarse entre octubre y noviembre. Con todo, sigue habiendo algunas dudas que te aclaramos.
¿Me vacuno o no?
La respuesta es sí. Durante el embarazo es difícil para las defensas de la madre luchar contra virus e infecciones y, por tanto, es más susceptible de contagiarse de la gripe. Se trata de una infección respiratoria provocada por un virus que, normalmente, pasa en unos días pero que, en determinados grupos, puede resultar peligrosa y presentar complicaciones graves. Lo mejor que puede hacer una mujer embarazada, por tanto, es vacunarse para reducir el riesgo de contagio y, en caso de que éste se produjera, minimizar los efectos perjudiciales sobre la madre o sobre el feto.
¿Cuándo se pone?
La vacuna se puede poner en cualquier momento de la gestación. Algunos ginecólogos recomiendan no hacerlo durante el primer trimestre pero, a día de hoy, no existe ninguna evidencia científica que demuestre que en los primeros meses tenga efectos perjudiciales para la madre o el feto. Al contrario, es beneficiosa para ambos porque tus anticuerpos pasan al feto proporcionando al recién nacido una protección eficaz durante unos seis meses. El sistema inmunitario de los bebés está poco desarrollado así que, de este modo, la madre refuerza las defensas de su pequeño para luchar contra virus e infecciones en sus primeros meses de vida.
¿Tiene efectos secundarios?
Estos no deben intranquilizar, en ningún caso, a la mujer embarazada, ya que son mínimos. El más frecuente es un enrojecimiento en la zona de a inyección (el brazo a la altura del hombro) que, a veces, se asocia a dolores moderados en esa misma zona. Raramente aparecen fiebre, nauseas, vómitos, dolores musculares o de cabeza. Y cuando se presentan, suelen ser leves y desaparecer en uno o dos días. Si fueran intensos o persistieran durante más tiempo, hay que acudir al médico de inmediato.
Revisa tus otras vacunas
Cuando tienes tu calendario vacunal actualizado te beneficias tanto tú como tu futuro bebé frente a infecciones y ello contribuirá al correcto desarrollo y crecimiento del feto. A través de la placenta y de la leche materna la madre confiere a su hijo inmunoprotección frente a diferentes infecciones durante los primeros dos meses de vida. Antes de buscar al bebé asegúrate haber recibido la triple vírica, el tétanos-difteria, la varicela y la hepatitis B.