¿Doctor Google?
¿Podemos fiarnos de la salud vía Internet?
El cibercondríaco es aquella persona que consulta en internet qué pueden significar esos síntomas que tiene, esa operación que le van a hacer a su madre, qué incidencia de muerte tiene aquella enfermedad rara que tiene un vecino. El 1% de las búsquedas en Google tienen que ver con temas médicos que pueden vincular hasta a más de 200.000 webs relacionadas con temas de salud. Así, muchos pacientes cuando por fin van a su médico, llevan una pila de papeles impresos que han encontrado después de minutos de navegación y con una validez científica en ocasiones muy cuestionable.
El 60 % de los usuarios
Un dolor de cabeza, mocos, un herpes, un catarro, picor de garganta... La enfermedad común es el gran objeto de búsqueda y, a partir de ahí, las enfermedades diagnosticadas. Internet es una de las principales fuentes de información de muchos españoles. De los usuarios de internet, el 60,5% hace consultas de salud y uno de cada cinco realiza la misma búsqueda a través de las redes sociales. De ellos, los asesoramientos sobre nutrición, alimentación y estilos de vida saludables los buscan el 54,2% de los usuarios; las enfermedades diagnosticadas, 52,1%; síntomas, el 50,9% y remedios, el 47%. Además, los que más consultas realizan son los jóvenes (80,2%), con estudios universitarios (82,9%) o con hijos menores a su cargo (76,8%). Según los datos recogidos por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI), el asesoramiento online han aumentado 22 puntos porcentuales en los últimos cinco años —en 2011 un 38% recurría a Internet para informarse sobre salud—. Pero muchas personas siguen sin saber dónde buscar.
Redes sociales y blogs
Las redes sociales no nacieron como fuente de información. Pero en los últimos años el porcentaje de usuarios que busca a través de ellas soluciones para sus dudas de salud ha aumentado estrepitosamente. Así, el 59,3% de usuarios de redes sociales busca con asiduidad temas de salud en estos contextos y uno de cada cinco acude a ellas para obtener datos, solicitar
atención, diversas opiniones o documentarse sobre cuestiones sanitarias. Y no solo eso, sino que, además, el 84% de las personas ha leído comentarios de otras personas sobre sus experiencias en temas sanitarios que tienen que ver con experiencias y puntos de vista personales que no tienen nada que ver con argumentos científicos.
Más mujeres que hombres
Según una encuesta realizada en 2016 en el I Hackathon Nacional de Salud, realizada a más de mil usuarios de smartphones, se concluyó que uno de cada tres internautas españoles hace uso de aplicaciones sanitarias. Y se calcula que las cifras fluctúan entre webs, blogs y apps, entre los 180 y los 210 sitios con sus respectivos criterios, voces y opiniones más o menos serias. Según aquellos datos, las mujeres las consumen y descargan más que los hombres: un 36% respecto al 31% de los hombres. Y, después de los jóvenes, quienes más buscan en ellas, con un 35% de usuarios, son los mayores de 60
años. Muchos de estos usuarios buscan más un acompañamiento a través de foros de debate donde comparten sus experiencias con otros enfermos y pueden desahogarse hablando de tú a tú con personas que pasan por situaciones similares a las suyas. Una proliferación de sitios que da que pensar.
Telemedicina
En un mundo cada vez más adaptado a hacerlo todo a golpe de clic, la telemedicina parece una realidad cada vez más demanda y sofisticada. La telemedicina no es otra cosa que hacer consultas médicas por videoconferencia. Según datos de ONTSI, el 84,8% de los ciudadanos que usan internet está familiarizado con el término teleasistencia y, de ellos, algo más del 66% afirma conocer en qué consiste este servicio frente al 18,8% que sencillamente ha oído hablar de él.
La mayor parte de los usuarios de internet (85,2%) concede mucha o bastante utilidad a los servicios que proporciona la teleasistencia y el 87,4% valora la tranquilidad que supone que el paciente teleasistido esté permanentemente localizado.
Sitios de confianza
Según el ONTSI, sólo 21,5 % de los ciudadanos son pacientes expertos, esto es, que se forma e informa sobre salud y, por lo tanto, conoce en profundidad cuál es su estado de salud o enfermedad, posee el control sobre lo que le sucede y es partícipe en la toma de decisiones de manera coordinada con los profesionales sanitarios. Esto no se logra siempre gracias a buscar ligeramente por internet. Por eso es importante seguir unas pautas para buscar información rigurosa sobre salud en el inabarcable mundo online:
- Buscar información en sitios de confianza: organizaciones de prestigio y neutrales sin intere- ses sobre el tema, tales como la OMS, el Ministerio de Sanidad o las Asociaciones de Pacientes. - Priorizar las informaciones de autores reconocidos: buscar información sobre salud en fuentes cuyos contenidos hayan sido redactados por personas expertas en el tema y no fiarse de personas que hablen solo en base a su experiencia, que puede estar condicionada por múltiples factores emocionales.
-La información que dé confianza a quien la busque debe ser lógica, no presentar contradicciones, aportar datos suficientes y estar debidamente referenciada.
- Contrastar con diferentes informaciones y fuentes para valorar mejor la cuestión sobre la que se está buscando.
- Asegurarse de cuál es el país del que procede la información ya que no es igual la incidencia, causas, consecuencias, tratamientos y servicios sanitarios de un continente a otro. Y no fijarse en esto, que es fundamental, puede desatar paranoias.
- Confirmar que la información esté actualizada, pues un contenido desfasado sobre una enfermedad o medicamento puede confundir al usuario.
Seis de cada diez españoles utiliza internet para informarse sobre temas de salud