Entrevista
Los nutricionistas Lucía Martínez y Aitor Sánchez, autores del libro ¿Qué le doy de comer?, nos hablan de la dieta más adecuada para nuestros pequeños.
¿Cómo alimentar bien a tu hijo?
En un intento de ofrecer a nuestros hijos lo mejor, muchas veces acabamos dándoles alimentos que no son precisamente los más sanos. También en la alimentación de nuestros hijos debemos seguir la máxima de que“menos es más”y optar siempre que se pueda por productos frescos a procesados. Una dieta variada en donde abunden las frutas y verduras, las proteínas de alta calidad y los hidratos de carbono provenientes de las legumbres, los frutos secos o los cereales integrales, siempre será una buena opción. Los nutricionistas Lucía Martínez y Aitor Sánchez resuelven todas nuestras dudas sobre la alimentación de nuestros hijos.
■ Hasta hace poco tiempo, uno salía del pediatra con una hoja en donde se explicaba mes a mes la introducción de los distintos alimentos para nuestro bebé. ¿Qué ha cambiado en este aspecto y por qué?
Lucía. La pregunta sería por qué nos hemos pasado tantos año con una manera de actuar sin fundamento científico, sin ningún tipo de consenso, por qué las recomendaciones variaban de una comunidad autónoma a otra, incluso dentro de una misma ciudad, cambiaban de un pediatra a otro. Creo que lo lógico es la recomendación actual de la introducción de los alimentos a partir de los seis meses sin necesidad de esperar equis tiempo a partir de ahí para dar el gluten, los frutos secos en crema o las fresas. Lo que hacemos ahora está alineado con la investigación.
■ En el tema de los frutos secos, causaba reparos por los atragantamientos. ¿Una buena opción es la crema de cacahuete?
Lucía. El cacahuete es una legumininosa, aunque lo metamos dentro de los frutos secos. Su recomendación es darlo molido o en crema hasta los tres años mínimo, después dependerá de cómo mastique o degluta el niño. De todas formas, aunque es verdad que no hay que dar frutos secos enteros al bebe ni al niño pequeño, es curioso que se hable mucho menos de los atragantamientos en menores con las salchichas, que es el alimento con el que más se atragantan
los niños, que de los frutos secos. Cuando en un colegio dicen, por ejemplo, que no hay que dar frutos secos por miedo al atragantamiento, ese centro no suele prohibir además los caramelos o los chicles, que son igual de peligrosos que los frutos secos. Otras veces prohíben los frutos secos por el tema de las alergias pero no son tan estrictos con las cremas de cacao y avellanas. Muchas críticas que nos encontramos frente a los frutos secos no son robustas, más bien parecen excusas. Si de verdad fueran esas las motivaciones, estaríamos prohibiendo otros muchos alimentos en los colegios tanto por alergia como por atragantamiento.
■ ¿Por qué nos hace tanta ilusión comprar productos específicos para los niños?
Aitor. Más que ilusión lo que parece es que nos genera mucha tranquilidad el pensar que contamos con alimentos especialmente indicados para nuestro bebé: “mi primera galleta”, “mi primer yogur”… Sin embargo, esto mismo no lo encontramos con un tomate. Uno no encuentra en el supermercado “el primer tomate para tu bebé”, ni “tomate para ocho meses o para diez meses”. Estos productos no son más que una estrategia de marketing que utiliza la industria para tranquilizar a las familias. ¿Cuál es el problema? Que lejos de que esos alimentos sean ideales para diez meses (ojalá que la única critica que tuviéramos fuera esta) también cabe cuestionar si todos esos productos son saludables.
■ Comentáis que a veces compramos los productos más caros del supermercado porque pensamos que los baratos son peores y no queremos ser cutres con nuestros hijos. ¿Cómo saber qué producto de una misma gama es mejor?
Lucía. Siempre debemos fijarnos en la lista de sus ingredientes y nunca en lo que pone en el frontal del producto, ahí es donde deposita la empresa todo su arsenal de marketing para intentar que se elija su producto y no cualquiera de al lado. Debemos mirar cuánto azúcar lleva o cuál es su primer ingrediente. Por ejemplo, si se están comprando cárnicos, hay que mirar las cantidades de carne que contiene. Lo ideal es comprar alimentos frescos. Si basamos nuestra compra en ellos (fruta, verdura y carne y pescado sin procesar) ya no tendremos que leer ninguna etiqueta.
■ Los nutricionistas abogáis mucho por el tofu pero ¿la hamburguesa de tofu es sana?
Lucía. Igualmente que con la carne, donde tenemos pechuga de pollo o filete de ternera, y también hamburguesa, la recomendación es que se compre la carne fresca. Las variantes del tofu en hamburguesa o salchicha ya serían ultraprocesados. En estos casos, debemos mirar la etiqueta: si tenemos dos hamburguesa de tofu y una tiene un 80 % de ese alimento y otra un 13 % porque el resto es almidón de patata, ¿con cuál te quedarías? No obstante, la mejor forma de tomar tofu es partiéndolo en laminas y hacerlo a la plancha; o meterlo en un sándwich, cortarlo en dados e incluirlo en un salteado, sopa miso o ensalada; o machacarlo con un tenedor y preparar un revuelto de tofu. El tofu es una fuente proteica perfectamente saludable.
■ Los zumos envasados son un recurso muy socorrido de las familias para darle a sus hijos. ¿Qué opináis de ellos?
Aitor. Siempre es mejor tomar la fruta entera a que el zumo sustituya a una fruta. El zumo no debería ser una bebida habitual, no es una bebida muy saludable porque en ellos aparece el azúcar libre y su efecto metabólico en nuestro organismo es distinto a si tomamos fruta entera.
Siempre debemos de fijarnos en la lista de ingredientes de un producto y no en lo que pone en su frontal
■ ¿Qué opciones de tentempié para el recreo recomendaríais?
Aitor. Hay muchísimas opciones: una pieza de fruta, uvas con queso, una pulga o sándwich de pan integral con humus, tortilla francesa, pechuga de pollo o de atún y tomate, un batido hecho en casa con plátano, yogur y leche...
■ ¿Los panes realizados con masa madre son más saludables?
Aitor. Un pan elaborado con masa madre, si esta está bien echa, es más bueno porque su fermentación ha sido más lenta y contiene levaduras que hacen que nuestro organismo absorba mejor el calcio y el hierro. Un pan hecho cien por cien con masa madre, con fermentación lenta y con harina integral es mejor.
■ Muchas veces la falta de tiempo nos hace resolver una comida o una cena de manera rápida con alimentos poco saludables. ¿Qué alternativas sanas y rápidas de preparar existen para nuestros hijos?
Aitor. Los cereales son una fuente de hidratos de carbono muy buena. Pero es importante que seamos coherentes con las necesidades del niño en cuanto a la cantidad diaria que le proporcionemos. Es decir, debe ser mayor la cantidad de verdura y fruta que tomen en sus comidas y cenas. También deben tomar proteínas e hidratos de carbono pero teniendo en cuenta la actividad física del niño. Si como fuente proteica metemos legumbres, también estamos metiendo hidratos de carbono. Cuando hablamos de cereales saludables en el desayuno, no nos referimos a galletas o bollería, sino a una tostada con pan integral. Para una comida o cena, una buena opción es darle pasta acompañada con una ración de verdura. Se puede preparar en pisto o elaborar una salsa de verduras con pimiento, cebolla, calabacín y tomate. Si no le gustan los tropezones, se puede batir la verdura.
■ ¿Cuánta leche o productos lácteos debe tomar un niño al día?
Aitor. Depende de cuál sea el resto de su alimentación. La leche es un alimento más. También podríamos preguntarnos cuántos garbanzos debe tomar un niño a la semana. Hay semanas que puede no tomar garbanzos y otras que sí. Hay niños que toman leche a diario; de hecho, es lo normal, es lo más común en nuestro país. Pero lo importante es que nuestros hijos tomen todos los nutrientes que necesitan sin importar de qué alimento provengan. En el caso del calcio de la leche, hay muchos otros alimentos ricos en este nutriente, como los frutos secos. Más importante que la cantidad de lácteos es elegir los que no contengan azúcares añadidos en los yogures y prescindir de los postres lácteos como natillas, flanes y cacaos azucarados .
■ Habláis de que el desayuno y la merienda deben contener cereales, pero la mayoría de los que consumen los niños están llenos de azúcar. ¿Cuáles son las opciones sanas y cómo tomarlas?
Los copos de maíz o arroz inflados no azucarados y la avena son buenas opciones. La tostada de pan integral, por su puesto, también.