Mediador educativo
Resolver problemas entre profesores, alumnos, o profesores y alumnos puede ser más efectivo si interviene una persona o grupo neutral que escuche a todas las partes.
¿En qué consiste?
Los conflictos en los centros educativos están a la orden del día. Disputas entre compañeros o incluso entre profesores pueden hacer que el clima en la escuela se tense. Muchas veces las amonestaciones no son la mejor solución y cada vez es más frecuente que las escuelas opten por los llamados mediadores escolares, un grupo de actuación que puede estar formado por alumnos, profesores y familias siempre que se les haya formado para ello.
Un intermediario neutral
Como explica Capilla de la Chica, profesora de FP Administración en el Instituto de Educación Secundaria Ciudad de Arjona en Jaén, “la mediación es una negociación colaborativa asistida por una tercera persona neutral que escucha las preocupaciones de las partes, facilitando la comunicación y ayudándoles a tomar decisiones respecto a la solución del conflicto”. El objetivo de la mediación es resolver un conflicto teniendo en cuenta los intereses y necesidades de las personas involucradas en él. Por otro lado, “el objetivo específico de un programa de mediación educativa es permitir la participación de los miembros de la comunidad educativa en la solución de sus conflictos, y mejorar la convivencia con carácter preventivo y educativo”, añade la experta.
“En la actualidad, prácticamente en todas las Comunidades Autónomas, la administración educativa ha legislado en relación a la necesidad de que todos los centros educativos de Primaria y Secundaria elaboren dentro de su Proyecto un Plan de Convivencia que recoja actuaciones concretas de mediación”, apunta Capilla de la Chica.
El rol del mediador educativo
Los mediadores educativos son capaces de ver en el conflicto una oportunidad para el fomento del diálogo, de la paz y de la cultura de la no
violencia. Para Capilla de la Chica, estos son los rasgos fundamentales del mediador:
• No juzga, no valora, ni aporta soluciones.
• Establece pautas y normas para el buen funcionamiento del proceso.
• Replantea el conflicto según los intereses de ambos.
Herramientas que utiliza
Para ayudar en el conflicto, el mediador educativo cuenta con los siguientes recursos:
• Recursos conceptuales: la cualidad de ser neutral, lograr la cooperación y confianza de las partes y un clima de respeto.
• Recursos en el procedimiento: se trata de la organización del proceso, que podrá estructurar en sesiones grupales o individuales con cada una de las partes, así como su duración y transición en el tiempo.
• Recursos en la actitud: asegurarse de que todos hayan podido expresarse. Para ello, hablarán y escucharán por turnos, sin interrupciones, y cooperarán para modificar la situación.
• Recursos comunicacionales: aquellas herramientas que mejoran la habilidad de las partes para comunicarse de modo que puedan entender recíprocamente sus sentimientos: escucha activa, preguntas abiertas y cerradas...
Cuándo intervienen
Dependerá del colegio. No todos los conflictos que suceden en una escuela son mediables. “Influye mucho el tipo de centro. En alguno, el mediador se utiliza solo para conflictos entre el alumnado mientras que en otros, se amplía a conflictos donde intervienen profesorado e incluso familias”, señala la experta.
Los tipos de conflicto objeto de mediación son los de naturaleza interpersonal, que hacen referencia a materias como faltas de respeto, malentendidos, desgaste de amistades, peleas, gustos de vestuario, hablar mal del otro, objetos personales que se pierden o deterioran, conductas que vulneran valores personales o ideológicos, incluso sobre espacios de juego. “Estos conflictos se agravan con el uso de las redes sociales”, advierte la experta.
Por el contrario, para Capilla de la Chica, no son objeto de la mediación educativa, en términos generales, “aquellos conflictos que deben ser conducidos por vía disciplinaria que infringen de forma grave la normativa escolar, cuando existe un desequilibrio de poder importante entre las partes, por ejemplo en los casos de maltrato entre compañeros”.
En caso de bullying
Para Capilla de la Chica, la mediación educativa no es aplicable como herramienta que aporte solución a los casos de bullying que ya se estén produciendo. “Otra cuestión diferente es que se utilice como estrategia para su prevención”, señala la experta. Los motivos por los que los casos de acoso escolar no entrarían a intentar resolverse a través de un mediador educativo son los siguientes según explica:
La mediación se basa en el diálogo y pretende promover la solución a un conflicto mejorando la convivencia
• La mediación es un proceso en el que las partes que participan deben hacerlo en condiciones de igualdad, y este elemento no está presente en los supuestos de violencia, donde la persona que agrede se encuentra en un plano superior a la víctima.
• El bullying no se trata de un conflicto entre dos partes, la persona acosadora infringe un daño que conlleva sufrimiento al acosado, y por tanto se hace muy difícil conseguir un equilibrio entre los sentimientos de las partes.
• Su uso en estos casos induciría a error, sobre todo a la víctima, ya que entenderían que ambos poseen parte de razón y de culpa, cuando el mensaje que debe recibir la parte agresora es que su comportamiento es intolerable y que debe de eliminarlo por completo.
Las ventajas de contar con un mediador educativo
La mediación educativa es una herramienta de prevención que genera oportunidad de aprendizaje a alumnos, padres y profesores. Consigue mejorar sus habilidades comunicativas y trabajar en conjunto hacia la paz y del respeto.
“La experiencia del alumnado mediador que he conocido ha sido muy positiva, ya que la formación que reciben y que posteriormente aplican en el proceso de mediación también es muy útil para detectar casos de acoso escolar y para que no se conviertan en meros espectadores pasivos frente a situaciones de bullying, apunta Capilla de la Chica, que anima “a toda la comunidad educativa a conocer y/o poner en marcha un proyecto de mediación educativa en sus respectivos centros”. “Podría citar numerosos beneficios, pero sobre todo me baso en la herramienta de la comunicación como facilitadora de la interacción, empatía y generación de nuevas relaciones”, explica la experta.
En los centros escolares, la mediación está ganando peso como alternativa a las medidas disciplinarias y como forma de prevención de agresiones. Se basa en el diálogo y tiene como premisa que los implicados en el conflicto acepten voluntariamente su intervención.