Parto, ¡respira!
Una buena respiración te ayudará a soportar las contracciones y hará que te sientas mejor durante la expulsión. Empieza a practicarla desde el minuto cero del embarazo.
Pocos acontecimientos provocan más incertidumbre que algo tan natural como es el nacimiento de un hijo. El parto es, para muchas mujeres, un momento de máxima tensión. Se juntan muchos miedos: al dolor, a que el bebé esté bien, angustia por encontrarnos en un ambiente hospitalario frío... Hace tiempo que conocemos los efectos que tiene la respiración en el control de la ansiedad e incluso para aliviar el dolor. Durante muchos años se utilizó con este objetivo en los partos, pero el uso generalizado de la epidural ha hecho que nos olvidemos un poco de esta técnica tan barata, inocua y necesaria. Respirar de forma adecuada es muy importante para que la madre se sienta bien y para que el bebé reciba la cantidad de oxígeno que necesita.
Una respiración para cada etapa
No hay que obsesionarse con técnicas complejas, sino tan solo buscar el confort:
Entre contracción y contracción: La respiración será tranquila, serena, como respiras habitualmente. Puedes hablar y no es necesario estar muy concentrada.
Cuando venga la contracción y a medida
que va aumentando el dolor: Tendrás que hacer una respiración mucho más profunda, cogiendo el aire por la nariz hasta que no quepa más y soltándolo despacito por la boca, moviendo el tórax (respiración torácica). En este momento debes estar muy concentrada en lo que haces para que sea eficaz.
Si la ensayas antes, puedes usar una técnica aún más relajante: la respiración abdominal, que consiste en introducir todo el aire dentro de los pulmones moviendo el abdomen en vez del tórax (si pones la mano en tu tripa notarás que aumenta de tamaño al entrar el aire). En el embarazo esta respiración puede ser más difícil de realizar por el volumen del abdomen. tEn
el momento del expulsivo: Toda tu atención debe estar concentrada en empujar como te diga la matrona.
La respiración también ayuda a aliviar las molestias típicas del embarazo