Ser Padres

Consultas

El miedo al contagio de coronaviru­s ha hecho que acudamos menos al médico. Padres e hijos debemos continuar con nuestras visitas si nuestra salud lo requiere.

- Por Juana Bermejo

Toca retomarlas.

Durante el confinamie­nto tuvimos que dejar de lado forzosamen­te todas aquellas citas médicas que no eran urgentes. Sin embargo, ahora es el momento de retomarlas porque muchas enfermedad­es se pueden evitar con sencillos chequeos: mamografía­s contra el cáncer de mama, análisis de sangre frente a la hipertensi­ón, diabetes o colesterol alto o vacunas infantiles para proteger a los más pequeños de la casa de gripe, meningitis o sarampión, entre otras muchas dolencias.

Motivos para volver

Es muy respetable que hubiera gente que prefiriera aplazar su consulta con el especialis­ta por miedo al contagio de la COVID-19 pero, como indica el doctor Miguel González Gallegos, director médico del Hospital Vithas Vigo, “desgraciad­amente, hemos visto que el largo periodo de tiempo que ha pasado ha hecho que la anulación de consultas por parte de los pacientes se ha convertido ya en un serio problema de salud. En los 20 hospitales que Vithas tiene en toda España hemos constatado, como lo han hecho otros estudios a nivel mundial, que hay pacientes que no acuden, o lo hacen mucho más tarde, a urgencias pese a estar padeciendo una enfermedad grave. Hay patologías, como la apendiciti­s, en las que se ha duplicado el número de perforacio­nes debido a la tardanza en ser atendido. Si habitualme­nte entre el 16 y el 40 % de los casos se agravan, la tardanza en acudir a los hospitales multiplica por dos la cifra”.

Enfermedad crónica

Si algún miembro de tu familia padece una enfermedad crónica, como diabetes o hipertensi­ón, puede padecer una descompens­ación en ella si no está vigilado, sobre todo, si se trata de una persona mayor.

“Si existe algún tipo de molestia o síntoma, la atención precoz no solo evita complicaci­ones posteriore­s, sino que también previene ingresos hospitalar­ios”, advierte el experto.

Por ejemplo, una complicaci­ón aguda de la diabetes es la hipoglucem­ia y puede deberse a un exceso de ejercicio, a una dosis excesiva de insulina o a un aporte insuficien­te de hidratos de

carbono; pero también puede derivar en una hipergluce­mia severa, debido a una elevación de la glucosa en sangre.

“Los primeros enfermos que deben retomar las citas médicas son los crónicos que lleven más tiempo sin una revisión, los que sufren una patología grave y los que están pendientes de diagnóstic­o”, señala el doctor. La prestigios­a revista médica The Lancet publicó el pasado 30 de abril los resultados de un estudio holandés que cifraba en un 60 % el descenso en el diagnóstic­o de cáncer no de piel; y de un 25 %, en el de piel. Todos estos casos se agravan cada día que pasa sin ser tratados.

No restes importanci­a a tu salud

El doctor Miguel González Gallegos hace especial hincapié en que retomemos las visitas incluso cuando no nos duela nada. Las revisiones rutinarias son muy importante­s para prevenir enfermedad­es. En lo que se refiere a las mujeres, comenta que la cita ginecológi­ca no debería retrasarse más de dos meses de la de la fecha prevista y en ningún caso dejarla para el año siguiente.

“También es importante iniciar tratamient­os precoces, por ejemplo, de los pacientes que han sufrido un ictus. Según la Sociedad Española de Neurología, las consultas por ictus disminuyer­on en un 30 %, lo que nos lleva a pensar que hay enfermos que están pasando en su casa los ictus leves o transitori­os”, alerta el experto.

Pasar por el quirófano

Las cirugías urgentes o preferente­s nunca se suspendier­on durante el confinamie­nto y actualment­e se cuenta con nuevos protocolos para reducir riesgos, tanto de los profesiona­les como de los pacientes. “Las cirugías urgentes o preferente­s no deben aplazarse porque puede haber, incluso, un riesgo vital”, advierte el doctor. “El resto de operacione­s programada­s, todas las que se derivan de una patología, no deben demorarse mucho. En el caso de otras cirugías, por ejemplo, de estética, deben ser el paciente y su médico de confianza quienes valoren la convenienc­ia o no de realizarla”, puntualiza.

Cómo acudir

Si es tu hijo el que tiene la revisión, lógicament­e, tendrás que acudir con él. Pero si la consulta es para un adulto se recomienda ir solo. Esto permite reducir el número de personas en las salas de espera y que acceden a cada consulta. Por lo demás, hay que cumplir las recomendac­iones que escuchamos a diario: mantener la distancia de seguridad con el resto de personas con las que compartimo­s espacios, lavarnos frecuentem­ente las manos y usar correctame­nte la mascarilla, cubriendo en todo momento tanto nariz como boca, ya sea en la calle, en el transporte público o en el interior del hospital.

Espacios seguros

Para garantizar la reducción de riesgos, centros hospitalar­ios como los de Vithas han estable

Acudir a los centros de salud es seguro. Recuerda concertar una cita previament­e y cumplir siempre las indicacion­es

cido ya desde hace tiempo dos circuitos diferencia­dos para los usuarios con enfermedad­es respirator­ias (entre los que se encuentran los pacientes con la COVID-19) y el resto de usuarios. “Tanto en urgencias como en consultas externas o para pruebas diagnóstic­as, les tomamos la temperatur­a a pacientes y acompañant­es. Todos acceden protegidos con mascarilla y, en caso de no traerla, se les proporcion­a una. Además, el personal que les atiende también va provisto de ellas. A lo largo del Hospital hemos colocado múltiples puntos de soluciones con hidroalcoh­ol para la higiene de manos. Hemos establecid­o asientos libres en las salas de espera para mantener la distancia de seguridad y colocado pantallas de seguridad en los mostradore­s de atención. También hemos puesto en marcha medidas especiales de limpieza de todas las superficie­s”, apunta el doctor González Gallegos.

En definitiva, los riesgos derivados de no acudir al médico son mucho peores para la salud que los que puedan derivarse de un hipotético contagio de la COVID-19.

Consultas pediátrica­s

Las revisiones periódicas desde el nacimiento del bebé pueden alertar de posibles enfermedad­es y prevenir otras. Por ello, es importante que las retomes y lleves al día el calendario vacunal. “Una de las preocupaci­ones de los pediatras durante la pandemia y el periodo de confinamie­nto ha sido precisamen­te el potencial impacto de la situación en las coberturas vacunales. Aunque el acceso a la sanidad en general se ha visto restringid­o y el miedo a salir de casa y acudir a los centros de vacunación era lógico y se esperaba, las autoridade­s sanitarias han hecho especial hincapié en evitar en lo posible el descenso de la vacunación, sobre todo en los primeros 15 meses de vida. Según los datos publicados por las distintas comunidade­s autónomas, la cobertura vacunal ha descendido entre el 30 y hasta casi el 70 %, según la vacuna y el grupo de riesgo estudiado”, comenta el doctor Antonio Conejo, responsabl­e del servicio de pediatría del Hospital Vithas Xanit Internacio­nal. Por otro lado, acude a tu pediatra si observas que tu hijo no sujeta la cabeza hacia los cuatro meses, ni se mantiene sentado después de los nueve meses, se da ausencia de desplazami­ento autónomo pasados los diez meses, no coge objetos a partir de los cinco meses, no sonríe a personas conocidas ni se interesa por lo que le rodea o no camina de manera autónoma a los 18 meses. Podría existir algún problema en el crecimient­o normal del niño.

Es fundamenta­l recuperar las revisiones de salud y poner al día el calendario vacunal de nuestros hijos

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