Precauciones.
El contacto accidental del higienizante con los ojos puede causar quemaduras y lesiones oculares, especialmente en niños.
El uso de estos desinfectantes se ha convertido en una rutina dentro de nuestras vidas debido a la COVID-19. Estos productos nos ayudan a prevenir contagios, pero es importante usarlos correctamente y conocer sus riesgos, sobre todo en los más pequeños.
Vigila al niño cuando se lo eche
Los dispensadores de gel instalados en tiendas, comercios y otros lugares públicos están diseñados para su uso por parte de adultos, estando situados a la altura de las manos. Sin embargo, en el caso de los niños, los dispensadores se encuentran más cerca de la cara y, muchos de ellos funcionan en modo spray, lo que facilita las salpicaduras en los ojos de los niños.
No olvides su composición
El gel hidroalcohólico contiene alcohol y, por ello, no es menos inocuo que el que tenemos en el botiquín de casa y que todos sabemos que es dañino para el ojo. Dependiendo de la concentración que lleve el producto y de cuánta cantidad le haya entrado a tu hijo en el ojo, puede producirle desde una simple irritación sin importancia a quemaduras graves.
Cómo actuar
En caso de que el gel entre en contacto con los ojos, desde las Clínicas Tecnovisión recomiendan las siguientes pautas:
- Enjuagar con agua inmediatamente durante varios minutos. Es importante que se haga justo después del contacto, ya que el retraso en la aplicación de agua puede agravar las lesiones. - Si la molestia permanece, será necesario solicitar atención médica.
Si utiliza lentillas
Al manipular las lentes de contacto, es posible que el gel impregnado en las manos pueda producir lesiones que causen irritación, escozor o pequeñas quemaduras en el ojo. Para prevenirlas, es recomendable lavar las manos con jabón neutro y agua antes de manipular las lentillas, además de cambiar las soluciones líquidas para garantizar su correcta higiene tras cada uso.