El Palau refuerza al Barça Lassa
EQUILIBRIO. Un modelo mucho más eficaz. El Barça que vimos ante el Bayern se acerca al equipo que puede ilusionar a la afición. El trabajo colectivo emergió por encima de las individualidades. La defensa ahogó durante muchos minutos a su rival y vimos la eclosión de jugadores que han de ser importantes esta temporada. El equilibrio entre lo que eres capaz de hacer y lo que realmente haces ha de ser básico. Jugar al amparo del Blaugrana lo hace todo más fácil, aunque la tensión en el banquillo era evidente tras dos derrotas. Ahora hay que pedirle al equipo que mantenga esta imagen, sobre todo lejos del Palau. La pesadilla que supone para el Barça jugar a domicilio en Europa es evidente. Algo incomprensible, pero cierto. Esperemos que, poco a poco, los jugadores rompan esta ‘maldición’. LOS ROLES. Pesic empieza a marcar sus preferencias. Los minutos irán en función del estado de forma de los jugadores, pero parece que la hegemonía en el base está más cerca de Pangos que de Heurtel. El galo ejerce de complemento mientras que Pangos, cada día mejor, es el que organiza el equipo. Los minutos que tiene (y aprovecha) Kuric nos dicen que puede ser una pieza básica del técnico. Su puntería debe tener continuidad. La pareja Blazic-Ribas rescata a Pesic cuando se necesita trabajo y rigor. A la espera de Hanga, Claver está teniendo un protagonismo inesperado. Esta posición de tres puede ser clave. Tomic está que se sale y Seraphin sigue con su puesta a punto. Con ambos a pleno rendimiento habrá que estar atentos al reparto de minutos. Si está bien, Singleton tiene la condición de imprescindible. Sin discusión. Como siempre, Oriola está para lo que se le pida. Su carisma y carácter son impagables. Por último, no todas las rotaciones son factibles y ni Smith ni Pustovyi cuentan de momento.