Valverde y la directiva juegan al despiste

▄ No me gusta nada que en pleno mes de octubre se especule cada semana sobre la continuidad de Valverde. Él calla y encaja. La directiva espera y sondea. Un tipo serio como el Txingurri no merece que nadie le haga la cama. Firmó un contrato de dos más uno, por lo que sobre el papel tiene seis meses para decidir si sigue una tercera temporada. Entre tanto no es bueno que se dude de su capacidad, de su valentía, de su coraje. Así se explica su cara de sufrimiento en el banquillo que parece bloquearle. Valverde deshoja la margarita, pero la directiva tampoco lo tiene claro. Parece que jueguen al escondite. La Champions acabará poniendo a cada uno en su lugar, dictará sentencia. Lo que está pasando ahora no es ninguna novedad en el Camp Nou. Con Guardiola sucedió el cuarto año, se fue por decisión propia. Con Luis Enrique sucedió la tercera temporada, tampoco quiso renovar. Con Valverde pasa un año antes. El banquillo del Camp Nou quema. Si encima salen al tapete nombres de futuros fichajes que deberían estar guardados con siete llaves en la secretaría técnica, mal asunto. Cierto que el Madrid está peor, pero el Barça de Valverde, comparado con la Liga pasada, ha tenido un arranque donde ha dejado escapar demásiados puntos. Hoy toca recuperar el liderato y marcar el inicio de una buena racha de cara a la complicada semana que se avecina, con Inter y Madrid en el horizonte.