Márquez, rey del Mundial
Desquició a Dovizioso y logró su objetivo: ser campeón a la primera, en Motegi, en casa de Honda. Marc Márquez sigue haciendo historia
Marc Márquez se ha apoderado del Mundial. No sólo por que ya atesora cinco títulos en la clase reina, como Doohan, y siete en total, con solo 25 años. No únicamente por que se ha convertido en el piloto más joven de la historia en conseguir semejante hazaña. Sino, sobre todo, por su manera de ganar. Por la forma en la que consigue sus objetivos. Como hacer buena su primera ‘bola de partido’ en Japón para hacer felices a sus jefes de Honda. Por lograr que incluso sus rivales más acérrimos se rindan a su talento. Ayer, en Motegi,
Valentino Rossi tuvo que tragarse su orgullo para decir que “Marc se ha merecido este campeonato porque ha sido el más fuerte”. Andrea
Dovizioso, el único que ha podido inquietar al de Cervera este año, lo tenía aún más claro: “Márquez es, simplente, el mejor de todos”.
LA REFERENCIA El pilotaje al límite de Marc Márquez, su estilo de videojuego, con ‘salvadas’ increíbles, arriesgando incluso cuando no toca, cuando no lo necesita, le han convertido en el referente absoluto de un deporte en el que para hacer historia, solo vale ganar. En sus primeros años en el Mundial hizo célebre aquello de “por la puerta grande o en ambulancia”. Es su particular visión de las carreras. Por suerte para él y para los aficionados al motociclismo, ha habido más gloria que hospitales. Y eso sí, después de su caída en los libres de Motegi ya suma 18 y sigue siendo el piloto que más veces se ha ido al suelo en lo que va de temporada.
Marc prueba su margen, siempre al filo de lo imposible. Pero a la hora de la verdad nunca falla. Y menos si hay un título en juego. En Japón presionó de tal modo a Andrea
Dovizioso que fue el italiano el que acabó en el suelo. Desquició a su rival hasta propiciar su error, faltando poco más de una vuelta y cuando el de Ducati había liderado 20 de las 26 de carrera. Y eso que Dovizioso parecía tener las de ganar. Salía en pole y sin tanto que perder, dando por sentado que más tarde o más temprano la corona sería para
Márquez, que solo necesitaba sacarle dos puntos para sentenciar el Mundial.
A Marc, que arrancó sexto, le bastó una vuelta para escalar posiciones y ponerse segundo, a rebufo de
Dovizioso. Le estudió y preparó su adelantamiento. El primero, a once vueltas, casi le cuesta un susto. Remató el segundo, a cuatro vueltas. El de Ducati esperaba devolvérselo y jugarse la victoria en otro final de infarto como el del pasado año, pero estrelló sus ilusiones en la escapatoria de la curva 10 de Motegi. Los mecánicos de Márquez le mostraron la pizarra: “Dovi OUT”. Y a Márquez, ya campeón, se le hizo eterna esa última vuelta para festejar su octava victoria de la temporada. Le quedan tres grandes premios por delante para disfrutar y ampliar su palmarés por encima de sus 69 triunfos (43 en MotoGP).
A POR ROSSI En el podio, al que subió, radiante, escoltado por Cal
Crutchlow (Honda) y Álex Rins (Suzuki), Márquez empezó a darse cuenta de la trascendencia de su gesta. Diez años después de su estreno en el Mundial, tras once temporadas (las seis últimas en MotoGP), Marc Márquez ya es el piloto más rentable para Honda junto a
Mick Doohan. Y atención por que su ambición no se frena aquí. El australiano tenía 33 años cuando logró su quinta corona. Marc es ocho años mas joven. Y tiene nuevo desafío: Va a por los siete títulos de Rossi en la clase reina y los nueve en total. Quiere ser el mejor en la pista y en las estadísticas.
Presionó al límite a Dovizioso hasta provocar el error del italiano, que se fue al suelo a una vuelta del final
Iguala los cinco títulos de Doohan en la clase reina y va a por los siete de Rossi, que ayer se rindió a su talento