El Barça estará 50 días con cuatro presidentes
No hay duda de que lo mejor para el Barça era votar cuanto antes y así tener un presidente que pueda tomar decisiones. El club lo necesita porque cada día que pasa se complica más la situación. Laporta, Font, Freixa lo saben y Tusquets lo sufre. No hay más. De nada sirve cargar contra el presidente de la gestora si los políticos acaban siendo los que deciden cuándo y cómo se vota en Can Barça. En su día obligaron a celebrar la moción de censura y ahora impiden que los socios puedan saltarse el confinamiento por una horas. En fin, ellos sabrán si lo hacen por intereses propios o por medidas sanitarias. Pues nada, que la reunión que mantuvieron anoche los tres candidatos fue mejor de lo que, a priori, algunos pensaban. Así que todos tranquilos. Hubo discrepancias pero con respeto. Esperemos que igual que han llegado a un acuerdo para celebrar las elecciones el 7 de marzo, una semana antes de lo previsto por Bartomeu, también sepan consensuar las decisiones más inmediatas. Fichajes, acuerdos económicos, etc.. No es fácil pero tendrán que lidiar el asunto entre los cuatro. Entre un presidente interino y tres presidenciables... Lo que le faltaba al Barça.
EL ÁREA ECONÓMICA DE LAPORTA
La semana pasada destacamos que Víctor Font presentó a siete fichajes para su área deportiva. La mayoría de ellos jóvenes triunfadores y fundadores de empresas como Privalia o Glovo. Pues el miércoles llegó el turno de Joan Laporta. Lo hizo junto a Jaume Giró, que es uno de los hombres fuertes de la candidatura, Joan Casas, decano del Colegio de Economistas durante 10 años y Àlex Barbany. Lo cierto es que Giró fue muy didáctico en su explicación y quedó claro que la situación económica es delicada pero no irreversible. Por cierto, Laporta destacó que el área de Barça Studios tiene mucho recorrido y que no descarta seguir con el crédito de Goldman Sachs.
Tusquets deberá consensuar las decisiones importantes con Laporta, Font y Freixa
Las elecciones se celebrarán una semana antes de lo previsto por Bartomeu
VILAJOANA, EL EJEMPLO
El exdirectivo del Barça, Xavier Vilajoana, decidió luchar para lograr las 2.257 papeletas necesarias para ser candidato pero no logró su objetivo. A partir de aquí fue un ejemplo de lo que debe hacer cualquier socio que aspire a la presidencia y no logre su objetivo. O sea, asumir el resultado.
Vilajoana presentó las papeletas y encajó con deportividad la derrota. Eso sí, una derrota que le permite afrontar el futuro con la cabeza bien alta y, si lo desea, volver a repetir.
EMILI ROUSAUD, El EMPRESARIO
En esta vida no todo el mundo vale para todo y un claro ejemplo de ello es Emili Rousaud. El exdirectivo de la última junta del Barça es un empresario de éxito que ha fundado una gran compañía a base de esfuerzo y creatividad. Sin embargo, su paso por el Barça se recordará por una polémica salida de la directiva de Bartomeu y por un final de precampaña electoral envuelto de polémica. Acusar sin pruebas es hacer daño al
Vilajoana sale reforzado, pese a no pasar el corte, y Rousaud, muy debilitado
Barça. Hacerlo dos veces es hacer dos veces daño. Para algunos pudo ser el Núñez del siglo XXI pero se quedó en un simple aspirante sin ningún futuro en clave azulgrana. Y eso que tenía un excelente equipo de campaña, a un culé tan carismático y conocedor del club como Josep Maria Minguella y a buenos compañeros de viaje. Pues nada, que Rousaud no vale para esto del Barça.
LOS OTROS...
Del resto de precandidatos, aquellos que ni entregaron las papeletas, mejor ni nombrarlos. Triste y lamentable actuación de todos ellos. Y es una pena porque también había gente preparada en algunas de estas precandidaturas. Eso sí, nosotros, los medios, tenemos buena parte de culpa al dar tanto protagonismo a este tipo de personajes tan tóxicos para el Barça.