Santolino, en el nombre de la madre
El salmantino Lorenzo Santolino fue el mejor español en motos y se lo dedicó a su madre, que en 2020 murió de cáncer
Lorenzo Santolino (Salamanca, 1987) oficial de la marca francesa Sherco, ha podido terminar el Dakar en su tercera tentativa y lo ha hecho como mejor español de la carrera de motos. Había demostrado que tiene el ritmo y la velocidad para afrontar una prueba de estas características, pero su objetivo este año era acabar para reafirmarse y lo ha cumplido con creces. Ha superado la asignatura pendiente.
UNA LIBERACIÓN Sexto en la clasificación, ha puesto un broche de oro a un año muy complicado, en el que apenas ha podido entrenar. Estuvo seis meses KO tras romperse el radio en la última edición. Después murió su madre de cáncer. Y con la pandemia solo pudo preparar el Dakar en el Rally de Andalucía, donde acabó 13º. En noviembre cogió una furgoneta y se fue a Marruecos para entrenarse hasta la saciedad sobre la arena. Lo necesitaba. El salmantino se mostraba en Jeddah, a orillas del Mar Rojo, “muy contento de haber llegado a la meta, además con un resultado muy bueno para mí y para el equipo. Esuna sensación de liberación muy especial, que compensa todo lo malo que he tenido que pasar hasta llegar aquí. Doy las gracias a todo el equipo, a cada uno de mis patrocinadores y a todos los que me han apoyado desde el primer día. También a mi familia y amigos, que saben todo lo que tenemos que dejar de lado para hoy poder estar celebrándolo, y por supuesto a mi madre, que me sigue ayudando donde esté y seguro que nos mira sonriendo”, apuntó.
Desde que disputó su primer Dakar en 2019, todavía en tierras sudamericanas, empujado por su amigo Iván Cervantes, que le hablaba maravillas de la prueba cuando se encontraban en las pruebas de enduro, demostró grandes posibilidades. En el primer intento, cuando era el mejor rookie, ya se tuvo que retirar por una caída en la sexta etapa, en la que sufrió la fractura de seis costillas y la fisura de dos vértebras.
Su padre Lorenzo, gran apasionado de este deporte, fue quien le `contagió' el virus de la moto y le compró la primera apenas aprendió a andar para que le acompañara en sus paseos dominicales. Fue creciendo en la competición, siendo campeón del mundo júnior (2010) y de España (2015, 2016 y 2017) de enduro. En 2017 hizo sus primeras apariciones en rally-raid y en 2018 se impuso en la Baja India, su resultado más relevante hasta que su `eclosión' definitiva en el Dakar.