Lewandowski vale la victoria
Una victoria y ya. A secas. El Bayern tuvo ocasiones para golear, pero terminó pidiendo la hora por las numerosas oportunidades desperdiciadas. El Augsburgo se creció en la segunda mitad y a punto estuvo de llevarse botín. Finnbogason tuvo una pena máxima para empatar el duelo. Decidió Lewandowski de penalti.
Recuperó la solidez el Bayern en un gran primer tiempo, logrando reducir a la nada a un Augsburgo que solo pudo quedarse cerquita de
Gikiewicz. Los bávaros pasaron por encima del rival, pero les faltó la contundencia de otros días para matar el partido antes del descanso. Por ocasiones no fue. El Bayern las tuvo de todos los colores. Muy claro el remate al palo de
Lewandowski y el cabezazo de
Coman. Los bávaros llegaron en tromba, pero se tuvieron que conformar con un solitario tanto de penalti del de siempre.
En la reanudación, los de Flick fueron de más a menos. Empezaron bien y terminaron pidiendo la hora. Una vez más. Las llegadas siguieron cayendo en saco roto y el Augsburgo se creció con la entrada de Jensen. Forzó la pena máxima
Los bávaros fueron de más a menos y acabaron pidiendo la hora. El Augsburgo pudo empatar de penalti
que Finnbogason erró y en la última del partido se la puso con música a Uduokhai, que no atinó en su remate de cabeza. El Bayern sigue ganando. Como sea.