Nada ni nadie puede con Messi
De algún modo el Barça se desquitó de la reciente derrota ante los bilbaínos en la final de la Supercopa. Un triunfo que es toda una inyección de moral
Fue una noche de muchos detalles. Y de muchas lecturas. La primera, que el Barça de
Ronald Koeman empieza a ser fiable (toquemos madera). Ha encadenado diez partidos de Liga sin conocer la derrota desde la afrenta de Cádiz, donde el equipo tocó fondo.
Otra. En este periodo de tiempo ha sumado veintiséis de treinta puntos posibles. Solamente ha sufrido dos empates y eso se traduce en una meritoria regularidad que es lo que siempre se le tiene que exigir al Barça.
Otra, y para mí la más importante: la capacidad de respuesta del equipo ante la enorme presión de saber que si derrotaban al Athletic, darían caza en la clasificación al Real Madrid... ¡que había llegado a estar a siete puntos del Barça! No sé si a este equipo le dará para luchar por la Liga, porque el Atlético está disparado con un Luis Suárez en estado de gracia. Un detalle no menor y que algún día tendremos que analizar, porque no puede ser que el Barça se debilite en ataque y refuerce al enemigo... ¡que puede acabar arrebatándole la Liga!. Eso es harina de otro costal. No lo fue la determinación y la fe de un equipo que ha sabido rehacerse del traspié ante el Athletic en la Supercopa, perdida por falta de concentración en la última jugada de la final.
Por eso me quedo con otro detalle muy importante: cómo celebró el equipo, todos, el gol del triunfo de
Griezmann. Una piña en el córner. Un sentido y largo abrazo entre todos. Eso demostró y puso de manifiesto que el Barça cree, que se quiere a sí mismo y que pide a gritos una oportunidad.
Otro detalle, y no menor, lo protagonizó Ronald Koeman con sus decisiones técnicas. La semana en que la filtración de un informe técnico ponía en entredicho la calidad para este Barça de Umtiti y
Mingueza, resulta que los dos salieron como titulares. Llamativo el caso del francés, que suplió con creces y nota a su compatriota
Lenglet. Un mensaje de Koeman al entorno nocivo del Barça: a los suyos, mientras estén bajo su paraguas, no se les toca.
Y he dejado para el final la última lectura que arrojó este BarçaAthletic. Por mucho que critiquen a Leo Messi, que pongan en duda su implicación hacia el club e incluso el equipo, a pesar de todos los intentos de desestabilización, no olviden una cosa: Messi es fútbol,
Messi se reivindica con el balón en los pies, con su honestidad en el campo y su ambición. Jamás ha habido en la historia del fútbol un jugador que haya sido capaz de estar tantos años a un nivel excelso.
Gran capacidad de respuesta de los pupilos de Koeman que no podían fallar tras el KO del Madrid
El equipo pide a gritos que creamos en él: ya son diez partidos sin perder y 26 puntos de 30 posibles
Es verdad que van pasando los años y Leo tiene que ir adaptándose a las nuevas exigencias, pero el día que le amargaron la existencia con la publicación de sus ganancias, él respondió con un golazo de falta y una actuación acorde a su prestigio.
Defiendo que no hay nada criticable, desde el punto de vista periodístico, en conseguir una exclusiva y publicarla. Otra cosa muy diferente en la intención y afirmar que el sueldo de Messi es la causa de la ruina del FC Barcelona, es torticero y nada más alejado de la realidad. El sueldo de Messi es la suma de todos los méritos que ha ido acumulando desde el primer día que se puso la camiseta del Barça. Dicho esto, ¿lo ven? No hay nada que doblegue la capacidad de liderazgo y el hambre de Leo. Es insaciable. Ahora lo que toca es seguir por este camino. Lo que parecía imposible, meterse arriba en la Liga, se ha logrado. Ahora, a por la Copa. Y así sucesivamente.