Un Real Madrid con evidentes carencias
Poco o nada se sabe de las dificultades económicas que está afrontando el club blanco, en plenas obras de remodelación del Bernabéu. En lo deportivo, sorprende la falta de refuerzos
Los problemas económicos del Barça ya son públicos y notorios, de forma excesiva en comparación con el Real Madrid. Seguramente estamos hablando de dos realidades diferentes, pero poco o nada se sabe de los obstáculos financieros que está suponiendo la crisis del covid-19 para la entidad merengue, habiendo acometido obras de remodelación del Bernabéu. Incluso la rebaja salarial de su plantilla se abordó con ejemplar discreción. Y eso, necesariamente, ayuda a la tranquilidad de la institución.
Pero en el terreno deportivo está resultando llamativa la falta de refuerzos. ¿Por qué motivos? O bien porque moralmente sería inaceptable pedir un recorte salarial a tus futbolistas y gastarte dinero en fichajes. O porque realmente no hay dinero en tesorería para contratar nuevos jugadores. Lo cierto es que el partido contra el Levante volvió a dejar al descubierto las carencias de una plantilla sobre la que han pesado más las salidas en los últimos diez meses. Comenzando por un banquillo con fuerte representación de juveniles y una línea defensiva casi inédita, compuesta por Odriozola, Militao,
Varane y Mendy. Con la mala suerte de la expulsión del central brasileño, que fue determinante para cambiar la tendencia del partido. En ataque también se notan esas debilidades. Si Benzema está tocado o atraviesa una mala racha, enseguida se resiente el pulso goleador del equipo. Mientras que Hazard aún no ha cuajado por la falta de regularidad. Pero con él sería un error bajar los brazos. Se trata de un jugador con un talento especial, como se ha visto en la Premier y una selección puntera como Bélgica en los últimos años. Tiene una calidad contrastada, pero su rendimiento se ha visto limitado por las lesiones. Su caso, marcando las diferencias, es parecido al de Dembélé en el Barça. Son jugadores diferenciales con los que se hace necesaria la paciencia. Serán determinantes cuando tengan continuidad.
Esta temporada los dos equipos grandes de La Liga están fallando a la hora de la verdad, mientras que el Atlético de Madrid está mostrando una regularidad a prueba de bombas, solventando incluso partidos al límite, sin dejarse puntos en accidentes como les está ocurriendo al Barça o al Madrid. Sin duda, es el equipo más equilibrado en todas sus líneas. Todas las posiciones están doblemente cubiertas, mientras que al Madrid o al Barça se les notan las costuras cuando les faltan jugadores. Si se va Diego Costa, aparece un refuerzo como Moussa
Dembélé. Y con un buscavidas en el área como Luis Suárez, que no necesita la asistencia perfecta para hacer gol, con suficiente imán para encontrar portería como demostró ayer en Cádiz, tienen puntos garantizados en partidos atascados.
Viendo la Liga desde el sofá nos volvemos cada vez más resultadistas en 90 minutos. Se discute a Zidane incluso estando en su casa recuperándose del coronavirus. Pero el problema es de fondo. Ni Barça ni Madrid están acostumbrados a pasar un bache a la vez porque la felicidad solía ir por barrios. Y el tercero en discordia, el Atlético, ha hecho bien los deberes en su plantilla, dejando al resto en evidencia.
Si Benzema pasa una mala racha, enseguida se resiente el pulso goleador de todo el equipo
Hazard aún no ha cuajado por falta de regularidad, pero sería un error bajar los brazos con él