Contra viento y marea
Dos goles y una asistencia de Alba decantaron el pase del Barça a semifinales de la Copa. Con Koeman, el lateral ha recuperado su mejor versión
Sé que soy uno de los jugadores más odiados del fútbol, pero es mi forma de jugar. Eso me ha llevado a donde estoy ahora”. Jordi Alba (L'Hospitalet, 31 años) se sabe en el punto de mira. En un mundo ávido de caras nuevas, lo más difícil es mantenerse. Y este lateral con alma de delantero las ha visto de todos los colores.
Ha salido en las fotos del mejor Barça de la historia, pero también en noches devastadoras en Europa los últimos años. Es junto a Piqué, Busquets y Messi uno de los supervivientes del Barça que maravilló al mundo. Y, como ellos, trata de ganarle tiempo al tiempo. También ha sido discutido como ocurre cuando se habla de fin de ciclo. Pero pocos tan resistentes como él. Jordi Alba siempre vuelve. Lo saben futbolistas como Digne o Junior, que terminaron sucumbiendo al ánimo competitivo del lateral. Lo sabe Koeman, que ya le echó el ojo cuando entrenaba al Valencia.
Entonces, Alba jugaba en el filial de extremo y tenía ficha de juvenil pero el holandés no dudó. “Quiero a ese bajito que lleva el 11 en mi equipo. Me gusta mucho”, explicaron en As que dijo el holandés. Este verano cuando Koeman llegó al Barça dejó muy claro que contaba con él. Y el lateral se ha convertido en indiscutible. Ante el Granada marcó dos goles formidables. Y Koeman le reconoció su papel en el equipo tras el partido: “Ha demostrado que es un hombre clave en nuestro juego. Ha dado muchas asistencias. Ha marcado el 2-2. Es un jugador muy vital. Ojalá que vuelva a la selección”.
UNA CONEXIÓN ESPECIAL A Jordi Alba nadie le discute su valor ofensivo. Menos aún desde que juega de memoria con Messi. No es nada nuevo: los dos tienen una jugada registrada.
Messi levanta la cabeza. Alba tira el desmarque. Leo filtra un pase
Señalado en algunos fiascos europeos, siempre termina siendo clave por su nivel ofensivo y carácter
Koeman habla de jugador “vital” y esta temporada el lateral ya suma tres goles y diez asistencias
al espacio. Alba controla el balón y se lo devuelve raseado al punto de penalti. Aparece Messi, dispara y gol. ¿El secreto? Muchas veces el fútbol es algo mucho más orgánico de lo que parece.
“No lo trabajamos. Tanto Leo como yo nos buscamos mucho. Si se la doy sé que genera peligro o marca, y siempre se la intento dar. No es algo trabajado. Sale solo”, explicó en `El día después'.
Ante el Granada los goles llegaron por otras vías. Esta vez con Griezmann como protagonista. En el primero le dio un pase medido con la cabeza y Alba remató igualmente de cabeza en una jugada que pareció de padbol.
En el segundo, el francés le dio un pase con el exterior y Alba sin dejar caer el balón lanzó un obús. Dos golazos
En marzo cumple 32 años y en el futuro se sigue viendo de lateral a pesar del desgaste
que Alba gritó, igual que todo el barcelonismo, pasadas las 23.00 h de la noche. Fue la versión más ofensiva de Alba, que siempre ha estado bajo sospecha en defensa. Hace seis años decía en `El País': “A todos nos gusta más atacar que defender pero le he pillado el gusto con el paso de los años. Al principio no me gustaba, sufría mucho, pero ahora no te cambio la posición por nada. Me gusta ser lateral”. En marzo cumplirá 32 años, pero es el primero que no se ve jugando en posiciones más adelantadas. Lo suyo siempre fue más llegar que estar. “Hago más daño cuando no se me espera, cuando aprovecho el espacio que mis compañeros generan. En el Barça es más difícil dar asistencias, porque los rivales se cierran más, pero estoy dando muchas y ojalá dé muchas más”. Con Koeman, Alba ha encontrado estabilidad en un Barça que vuelca mucho juego en la banda izquierda. De momento suma 10 asistencias y tres goles en 2.238 minutos. En defensa le está costando más en un Barça, que está siendo una montaña rusa. Un equipo de transición en el que Alba se niega a perder vigencia. Con él siempre fue así: pocos tan tercos como el de L'Hospitalet.