A UN PASO DE CUARTOS
El Barça logró una gran victoria en la pista del Veszprém (34-37) y está muy cerca de los cuartos de final de la Champions
Tan solo cuatro días después de que seis de sus jugadores concluyesen su participación en el Mundial y pese a sus cuatro importantes ausencias, el FC Barcelona reinó anoche en la pista del Telekom Veszprém (34-37) y dio un paso de gigante hacia los cuartos y además como primero de grupo. A cinco jornadas del final, el equipo que dirigió ayer Fernando Barbeito (Xavi Pascual no viajó por un motivos personales) aventaja en cinco a un cuadro magiar al que recibirá el martes en el Palau y en seis a un Motor que cayó con rotundidad en Kiel (34-23).
Y lo hizo sin el lesionado de larga duración Casper Mortensen y sin tres víctimas del Mundial: el esloveno Blaz Janc y los galos Dika Mem y Timothey N'Guessan.
ESTELAR BARÇA Los primeros 30 minutos del Barça fueron sensacionales, con un inspirado Pérez de Vargas bajo los palos y con dos jugadores que acaban de recibir el alta como protagonistas: el croata Luka Cindric y sobre todo el islandés Aron Palmarsson.
Los vigentes subcampeones eran un martillo pilón en ataque y, tras un inicio igualado (4-4 en el 8'), tomaron tres goles de renta en el 12' (5-8) y seis a siete minutos del descanso (10-16). Sin embargo, la irrupción del potente Vuko Borozan hizo reaccionar a los locales tras dos tiempos muertos del catalán David Davis y al descanso se llegó con 15-19.
APRIETAN LOS DIENTES Ese amago de reacción local se vio confirmado con un gran Jorge Maqueda. Y eso que los azulgranas volvieron a escaparse por seis goles (19-25). Sin embargo, la defensa húngara provocó precipitaciones en ataque y el buen hacer de Vladimir Cupara en la portería (Rodrigo Corrales no aportó casi nada) fueron metiendo al Veszprém cada vez más en el partido.
Con tres goles seguidos de Dejan Manaskov, los magiares consiguieron empatar el partido (31-31 a ocho minutos del final). Y cuando peor pintaban las cosas el Barça emergió gracias a Gonzalo, a un par de recuperaciones defensivas y a dos goles de penalti de Aleix Gómez que había provocado un Cindric que fue el de las grandes ocasiones pese a que acaba de salir de una lesión muscular. Tanto, que los blaugranas llegaron a ir ganando por 33-37 tras un parcial de 1-5 para acabar imponiéndose con justicia por 34-37.
Tras un excelente primer acto (15-19), los azulgranas supieron sufrir cuando los locales empataron (32-32)