FATIGA PANDÉMICA El 60% de la población la padece
Nos encontramos en la tercera ola de la pandemia y llevamos a las espaldas muchos sentimientos acumulados: a las malas noticias, a la incertidumbre del futuro, se le une el cambio constante de las normas a seguir que hacen que un día podamos reunirnos con nuestros amigos y familiares en nuestro restaurante favorito y otro, que no podamos cambiar de pueblo para visitarles. Estas medidas son muy necesarias, no obstante, afectan a nuestro estado de ánimo provocando que estemos más sensibles, tristes e, incluso, apáticos. ¿Te sientes identificado? ¡Es normal! Se llama fatiga pandémica y según la OMS, más del 60% de los europeos se sienten así y es una respuesta natural y esperada a una crisis de salud pública prolongada.
Este sentimiento de cansancio y hartazgo provoca que hayamos reducido los estándares a la hora de seguir las normas de protección y es que según el estudio “Percepción de Seguridad en el Transporte Público” realizado
por The Onion Inside, el 62,8% afirma haber bajado la guardia en los últimos meses, siendo los hombres y los más jóvenes los más descuidados.
Por eso, Esteban Agulló-Tomás, presidente del Comité de Investigación de Psicología Social de la Federación Española de Sociología nos anima a “en circunstancias adversas como las que estamos atravesando, hay que aprender a ser resilientes y, entre otros, cumplir con las medidas de protección y seguridad establecidas para actuar por el bien común”.
La responsabilidad individual es la clave para frenar los contagios: ponerse bien la mascarilla, lavarse frecuentemente las manos, mantener la distancia de seguridad… son pequeños gestos que ayudan a cuidar de la salud de todos.
¿CÓMO LUCHAR CONTRA LA FATIGA
PANDÉMICA? Descansar y dormir bien, practicar ejercicio de forma regular, meditar, seguir una alimentación equilibrada y buena hidratación son clave para hacer frente a la fatiga pandémica. También seguir en contacto con tus seres queridos, ser muy consciente de la situación y tus sentimientos y pensar en que cada gesto y decisión responsable que haces, lo haces por ti, por tu familia y por el bien común.