Equilibrio anímico en Bilbao
Athletic y Levante salen reforzados, cada uno a su manera, y pelearán por la final en la vuelta de Orriols
Partirá con mínima ventaja el Levante en el duelo de vuelta gracias al tanto de Gonzalo Melero. El empate sin goles inicial valdrá a los `granotas' en Orriols. El Athletic, sin embargo, no ha dicho aún su última palabra. Noventa minutos de equilibrio que refuerzan el estado anímico y emocional de dos equipos que ansían la final. Iñigo Martínez neutralizó para los rojiblancos con elegancia imperial. Toca esperar para hacer las maletas a Sevilla. El príncipe copero escenificó un fútbol de otra época. De `pintxo', zurito y cuadrilla. El ADN histórico del Athletic. Buscando el espacio y la velocidad de Iñaki Williams, gripado en sus acelerones, como principal recurso. Tampoco carburó el plan alternativo, rudimentario pero tantas veces efectivo. Balones aéreos para que Raúl García descolgara a segunda línea. Muniain, recuperado para la causa tras lesión, no se acomodaba entre Radoja y Melero, escoltas a sol y sombra del pamplonés.
Marcelino no engaña a nadie.
Paco López, tampoco. El Levante fue la horma del zapato rojiblanco.
Con sus cartas, con su estilo, los granotas atemorizaron a Unai Simón. Melero advirtió en una acción de laboratorio, anulada por posición antirreglamentaria. En la segunda bailó el `aurresku' en el área pequeña de San Mamés para colocar el 0-1. Erró en su remate de primeras, pero domó el balón para superar en el juego de nervios al portero internacional del Athletic.
SUBIDÓN FÍSICO A Marcelino no le gustó ni un pelo la falta de agresividad de sus leones. La primera ley del `libreto' del asturiano está dedicada a la intensidad, e intentó resucitarla con un triple cambio al descanso. Cárdenas frustró a Raúl García y a Williams, pero contempló en primera persona el magistral testarazo de Iñigo Martínez. Llegando desde atrás como un ñú, el central cabeceó un córner desde donde late el área.
Acusó el golpe el cuadro de Orriols, entregándose a la merced de su oponente. Paco López acumuló efectivos en retaguardia, rezando a la virgen de Begoña para mantener un marcador favorable para la vuelta en el Ciutat de València. Conformista el Athletic, acostumbrado a ir a rueda en esta Copa del Rey. Los vizcaínos han empezado todos sus encuentros perdiendo. El esfuerzo acumulado pesó en las piernas fatigadas de los bilbaínos. Mucho `tute' sobre el césped y en los entrenamientos para adaptarse al estilo Marcelino.
Athletic y Levante firmaron un pacto de no agresión, el premio es demasiado goloso, dejándolo todo abierto para que la vuelta de semifinales sea decisiva.
El triple cambio de Marcelino al descanso surtió efecto e Iñigo puso el empate al 0-1 de Gonzalo Melero