Empieza lo bueno sin margen de error
El Barça cayó en Sevilla y la sensación es de derrota dolorosa porque obliga al equipo a un esfuerzo titánico en el Camp Nou para remontar. No hay nada perdido aún, pero la realidad es que el título está un poco más difícil hoy que ayer. Esta es una realidad incontestable, pero tan cierta como que sería un error quedarse solo con el resultado, algo de lo que venimos huyendo en este artículo cada semana, intentando valorar desde la distancia un crecimiento seguramente más lento de lo aconsejable, pero continuo al fin y al cabo. Es fácil olvidar de dónde viene el equipo, pero conviene no hacerlo porque no hace tanto que el Barça cayó en octavos de la Champions de forma estrepitosa. Sinceramente, desde entonces he visto una mejoría innegable en muchos aspectos, aunque ante el Sevilla, un equipo más hecho a día de hoy, no fuera suficiente. Estoy convencido de que hay opciones de dar la vuelta a la eliminatoria, aunque eso no es lo más importante. Pase lo que pase, el 2-0 no debe desviar al equipo del proceso de construcción en el que está inmerso. Es normal que, cuando se acerca el final de temporada, la exigencia crezca y los rivales, sobre todo en la Copa y en la Champions, obliguen a dar un poco más.
El Barça compitió en Sevilla. El resultado no puede esconder que los de Koeman hicieron muchas cosas bien, que Dembélé se ha consolidado como titular, que Griezmann mantiene esa chispa que le hace mejor y que Pedri y De Jong se han quedado en propiedad la posición de interior. Todo eso es así, pero ahora hay que dar un paso más en la evolución lógica de todo proyecto y eso pasa por convertir a un grupo de futbolistas en un equipo más compacto. Nos vamos acercando a final de temporada y la línea que separa la derrota de la victoria es mucho más fina. Las derrotas penalizan en exceso. Si se gana, hay vida pero si no, se tiene una copa menos. Por eso es imprescindible ser un equipo compensado. Porque los centrocampistas y los delanteros están bien, pero en zona defensiva falta más consistencia. Ya sea por las lesiones o por el cambio de jugadores, ese aspecto nos está penalizando y hay que corregirlo, pues cualquier error significa irse a la calle. Aun así me gustó que vi al equipo capacitado para competir y eso me hace ser optimista ante el PSG. El Barça lleva preparándose toda la temporada para duelos como este. Los futbolistas se han dado cuenta de que pueden competir contra cualquiera, más allá del resultado, y esa es una muy buena noticia antes de la vuelta de semifinales, pero también de cara a París.
El resultado en Sevilla no esconde que el Barça hizo cosas muy bien, pero es necesario dar otro paso más en una evolución lógica
El equipo lleva toda la temporada preparándose para duelos como el de Copa y, sobre todo, para el del PSG