Cruyff + Van Gaal = Ronald Koeman
Victoria plácida como las de antes ante el Alavés. Sin duda, el mejor prólogo de la decisiva eliminatoria contra el PSG. Llega el momento decisivo de esta atípica temporada. Estamos vivos en una Liga casi decantada hacia los de Simeone, necesitamos remontar contra el Granada en la Copa y estamos a todo o nada contra los de Neymar. Koeman arriesgó ayer con las rotaciones y con algunas titularidades y, si dejamos de lado la defensa de circunstancias, el invento le salió bien. Pasó lo mejor que podía pasar.
Aficionados y observadores somos conscientes de que el equipo, mal que bien, está aguantando este año al club en medio de una crisis institucional sin precedentes, por intensidad y por duración. Y es también evidente que el entrenador aguanta al equipo. Koeman ha sabido reinventar a Messi dándole el papel no solo de crack, de capitán y de líder sino también de maestro de los jóvenes,
canterano o fichados, que van constituyéndose, partido a partido, en la columna vertebral del equipo.
De Jong, Pedri, Mingueza, Trincao, Dembelé, Riqui
Puig, ... Ansu, todos van encontrando su tono y su lugar gracias a la paciencia de Koeman, quizás empujado por las circunstancias, que les busca el tiempo y el momento. En eso Koeman tiene mucho de Cruyff. Pero el éxito del actual entrenador también es fruto de su exigencia. Le hemos escuchado en la sala de prensa quejándose de cosas que no le habían gustado en el partido. Y solo hace falta repasar sus aspavientos durante las transmisiones para saber cuáles son. En eso Koeman tiene algo de Van Gaal. La tríada de holandeses que han dirigido al Barça, faltaría Rinus Michels, encarnan mejor que nadie eso que llamamos el estilo. Es lo que nos salva cuando falla casi todo: la directiva dimitida, la economía hundida, la afición ausente de estadio. Pase lo que pase el martes, siempre le tendremos que agradecer a Koeman lo que está haciendo.