El Barça destroza al Alavés pensando en el PSG
El equipo ofreció muy buenas sensaciones, pero la Champions será el primer gran examen de la temporada para el conjunto culé
Messi y Trincao, con dos dobletes, afilaron sus armas de cara al duelo europeo ante los parisinos
Los de Koeman acabaron con la resistencia del rival en seis minutos enormes tras el descanso
No hay mejor manera de recibir al Paris Saint-Germain. El Barça destrozó al Alavés y se demostró a sí mismo que, a goles, pocos equipos tienen tanto potencial. Lo de Messi es ley, pero a él se sumó ayer
Trincao y un ataque que permite pensar en algo más que una transición esta temporada. El PSG será el primer gran examen para los blaugranas. ROTACIONES OBLIGADAS Koeman hizo rotaciones. Las hizo a su manera, un día después de explicar en rueda de prensa que tampoco había muchas opciones de cambiar. Pero así fue, porque De Jong arrancó como central y los interiores se los dio a Ilaix y Riqui Puig. También
Trincao, que entró en el noventa en la Copa, entró en el once. Dembélé, Pedri y Alba, al banquillo, mientras
Busquets parece insustituible. El Barça salió intenso, moviendo el balón con velocidad, consciente de que sería la única manera de desordenar a un Alavés que llegó al Camp Nou con un plan explícito: cerrarse atrás, bien juntitos, e intentar salir a la contra con Joselu y Lucas Pérez.
Los vitorianos interpretaron mejor su estrategia porque destruir siempre cuesta más que construir. Es la vida. Así que pasaron pocas cosas y
Pacheco vivía tranquilo. El portero solo se vio amenazado en el primer minuto, con un disparo de
Griezmann que rechazó la defensa y con una llegada de Messi demasiado escorado. El Alavés tampoco hizo mucho para animar el partido: un centro de Edgar que Lucas remató muy mal y un disparo desde la frontal de Battaglia.
TRINCAO, EN RACHA Hasta que apareció Trincao. El portugués aprovechó una dejada atrás de Ilaix para, de primeras, superar a Pacheco. Fue la primera vez que la defensa del Alavés se desordenó y el Barça no perdonó. El portugués, tras estrenarse ante el Betis, juega ligero. El segundo lo marcó Messi aprovechando un rechace tras remate de
Griezmann. El VAR lo anuló por un fuera de juego del francés que solo puede ser señalado desde el absoluto desconocimiento del espíritu de la norma, el fútbol convertido en una hoja de cálculo.
LEO CONTRA LA BUROCRACIA Harto de tanta burocracia, Messi agarró un balón en la esquina del área, recortó hacia afuera y, seco y preciso, colocó el balón en la base del palo. Sin dar a opción a revisiones artificiales que hacen al fútbol más pequeño, el Barça se fue al descanso con el trabajo casi hecho.
Koeman hizo descansar a Busquets y entró Umtiti para que De Jong subiera al centro del campo. Abelardo metió a Laguardia y a Rioja, que ofreció gratis una lección de vida para Ilaix. El canterano erró un pase claro que el futbolista del Alavés aprovechó para colarse entre los dos centrales para superar a Ter Stegen. La Primera no perdona y el Barça no podía dar nada por hecho. Trincao tuvo un mano a mano con Pacheco imperdonable poco después. Todo cuesta en un equipo que vive al límite y sin margen de error, pero que ha aprendido a disfrutar y reaccionar a los golpes de la vida. Una asistencia de
Messi la envió por poco fuera Griezmann. El juego del Barça merece sufrir menos, pero no hay día en el que no pague sus errores. La entrada de Pedri aireó el centro del campo y un pase en profundidad suyo dejó a Messi solo ante
Pacheco, que frenó al argentino pero no la llegada de Trincao, que logró el doblete. Al cabo de un minuto, Leo sentenció con una rosca cuya firma es inconfundible. El `10', en modo exhibición, se la puso picada a Griezmann, que cedió para que
Junior hiciera el quinto. Todos crecen y lo hacen en el mejor momento, cuando ya no hay sitio para la duda. El PSG servirá para comprobar si el Barça está para cosas grandes, retos para mayores.