Bono espanta el miedo del Pizjuán
Ni la dosificación de esfuerzos detiene a un Sevilla que se afianza en la zona Champions. Munir firmó un cabezazo que vale oro para los de Julen Lopetegui. Bono hizo el resto con su recital de paradas. Orgullo marroquí en el Sánchez Pizjuán. Primera parte plomiza en Nervión, que invitó al sesteo, tanto por la hora como por la agradable temperatura registrada en la capital andaluza. El Sevilla se enmarañó en el 3-52 de Pacheta, seña de identidad del burgalés desde que aterrizó en El Alcoraz, e intentó en vano acercarse a la propiedad custodiada por Álvaro Fernández. El riojano intervino con acierto en una acción de fuego amigo. Rakitic disparó y Pulido, en su intento de despeje, rozó el cuero envenenándolo contra su propia portería. Reflejos de lince del arquero para amarrar las `gafas' al descanso. Antes, Rafa Mir, en una osadía desde el centro del campo, y Munir habían lanzado la moneda al aire. La suerte no les sonrió. Gastón Silva se llevó la peor parte con una lesión tempranera que le obligó a cojear hasta el vestuario.
MUCHO BONO La única alegría del partido llegaría con suspense. Óliver rescató una pelota que salía por línea de fondo y metió un centro al corazón del área. Allí llegó Munir, gustándose desde la segunda línea del ataque, para conectar un cabezazo certero.
El 1-0 no tranquilizó a Lopetegui. El acoso altoaragonés fue en aumento y, de no ser por Bono, el colista habría puntuado en una plaza complicada como el Pizjuán. El marroquí metió manoplas de todos los colores para cerrar la persiana. Rafa Mir y Sergio Gómez todavía se echan las manos a la cabeza.
El Sevilla acusó las rotaciones y se llevó el triunfo ante un tenaz colista gracias a un gol de cabeza de Munir