Una sangría en eliminatorias
El Barça es un coladero en los partidos de rondas finales de la Champions; encaja 3,6 tantos por encuentro
Marquinhos marcó la línea a seguir en defensa, Verratti y Paredes se hicieron con la medular para gobernar el partido a su antojo y Mbappé disfrutó como un niño con zapatos nuevos. Pochettino le dibujó un esquema táctico donde le pedía que se olvidara de la banda para juntarse con los peloteros y ahí el francés dictó su propia sentencia. Con tres goles (dos de ellos de bella factura) machacó todas las opciones azulgranas. Demasiados espacios para alguien con tanto talento. Un trío de tantos que, de paso, acababan con un Barça excesivamente sumiso. Se dejó dominar el equipo azulgrana, denominador común, por cierto, de todos los grandes fracasos del conjunto azulgrana en Europa en los últimos años. No está acostumbrado a echar las líneas atrás la zaga culé y cuando lo hace se destapa la caja de pandora. El Barça ha encajado muchísimo en Europa en los últimos años, una tendencia que se ha visto incrementada en las goleadas ante Liverpool, Bayern y PSG. Ante los parisinos recibieron cuatro tantos más, elevando la cifra hasta los 18 goles encajados en los últimos cinco partidos de eliminatorias europeas. Sí, ha recibido más de tres goles por partido, una auténtica sangría que ha lastrado y de qué manera al equipo en sus últimas actuaciones en Champions.
UN COLADERO ATRÁS Ocho del Bayern, cuatro del Liverpool, dos del Nápoles y otros cuatro del PSG (3,6 tantos encajados por partido). Son números terribles, propios hasta hace nada de los rivales que osaban enfrentarse a los azulgranas en Europa. Ahora, la tendencia ha cambiado. Los números de goles encajados, con cierta perspectiva, todavía duelen más. Si miramos las últimas cinco temporadas, el equipo ha afrontado hasta 22 encuentros correspondientes a eliminatorias europeas, encajando 36 goles. El equipo lleva años sin mostrar fiabilidad defensiva.
Liverpool, Nápoles, Bayern y PSG se han aprovechado de la debilidad defensiva culé