Braithwaite no marca, pero asiste
Había sido titular con anterioridad en diez oportunidades consiguiendo hacer dos goles: ante el Elche, volvió a salir desde inicio
Koeman ha demostrado en estos siete meses que lleva pilotando el timón de la nave azulgrana que no se casa con nadie. O dicho de otra manera, con todos. Cuenta con todos y todos, tarde o temprano, tienen su oportunidad. A los hechos hay que remitirse.
Y el danés Martin Braithwaite, llegado al Camp Nou procedente del Leganés en el mercado de invierno de la temporada pasada, es un clarísimo ejemplo de que con
Koeman impera la meritocracia. Hasta la jornada 11, frente al Cádiz en el Carranza, no fue titular. Antes, lo que se suele llamar minutos testimoniales.
Desde aquella titularidad, a pesar del tropiezo en la Tacita de Plata,
Braithwaite gozó de ocho partidos consecutivos, marcando dos goles en ese periodo de tiempo, ante Osasuna y Valladolid, respectivamente. Volvió a ser titular frente al Elche en su estadio y también contra el Betis en el Villamarín. Por lo tanto, puede afirmarse que
Koeman cuenta con el danés. Y ayer tarde pasó por delante de
Griezmann en un partido donde el Barça, después de lo ocurrido contra el Cádiz, no podía fallar. Y Braithwaite no defraudó. Es verdad que de cara a gol no es un `killer', pero al menos mantiene en tensión a los centrales rivales gracias a su intensidad en el juego y continua brega.
Koeman volvió a confiar en el trabajo oscuro y sacrificado de Martin, que se entregó al máximo
No es el delantero más elegante ni el más mortífero, tampoco el más técnico o infalible, pero de tonto no tiene un pelo y sabe leer el juego en una posición no siempre fácil. Lo demostró nada más empezar la segunda mitad dando un sensacional pase de tacón hacia atrás para asistir a Leo Messi en el primer gol del partido. Una acción que de haber sido al revés aún estaríamos alabando.
Y para redondear su nuevo rol de asistente, sensacional su pase de gol con la cabeza a Jordi Alba para cerrar el marcador. Salta a la vista que Martin brilla más y se encuentra más a gusto con más espacios, pero cuando eres el delantero centro del Barça, eso es muy difícil de tener.