No es lo que se hace, sino por qué se hace
Aescasos días de las elecciones a la presidencia del Barça, hay un tema que me parece fundamental y del que no se ha hablado en exceso: el candidato que salga elegido el próximo 7 de marzo no tiene que demostrar que sabe hacer las cosas, sino por qué las hace. Esa es una premisa que el nuevo presidente debería llevar a cabo a rajatabla, evitando decisiones cara a la galería. Pero, para eso, hace falta una persona que tenga liderazgo, personalidad y confianza en su propio criterio. Un emperador que gobierne sin importarle el qué dirán y tome decisiones más efectivas que efectistas. Si tengo que mojarme, las dos personas que me generan esa sensación son Joan
Laporta y Víctor Font. Lo que el Barça necesita actualmente es un patrón con credibilidad y, por mi experiencia personal y profesional, Laporta encarna muy bien ese perfil. Le conozco y sé cómo trata a la gente de la casa, cómo motiva a sus trabajadores, las oportunidades que le gusta dar a los jóvenes y, por supuesto, que su barcelonismo es indudable. Muchos recuerdan solo sus éxitos, pero antes de los triunfos es importante destacar que no lo tuvo nada fácil. De hecho, se vio obligado a apostar por decisiones delicadísimas e impopulares que podrían no haber salido bien. Pero demostró tener carácter y personalidad para dar la vuelta a la situación y levantar un imperio cuando todo estaba en contra. Me vienen a la memoria momentos en los que el Camp Nou le pitaba e, incluso, llegó a ver cómo buena parte de su junta dimitía en cascada. Recuerdo que, ante ese panorama, me dijo un día: “No os preocupéis, tenemos fuerza de sobra para sacar esto adelante”. Y así fue. Con su espíritu guerrero y un enorme sentimiento por el club lo logró. Por eso me parece un buen candidato. Por su parte, el proyecto de Font me parece innovador, atractivo y serio. Su estructura es de lujo, ha demostrado ser un tipo con ideas interesantes y, sobre todo, pretende rodearse de gente competente y formada. Algo que demuestra inteligencia y ganas de hacerlo bien. La única duda que me asalta es si ésta sería una propuesta más idónea para una situación más estabilizada que la actual del club. Tengo curiosidad por saber si todo eso -que no es poco- será suficiente para desinstalar la sensación de zozobra que hay ahora mismo. Sea como sea me ilusiona saber que, en escasos diez días, el Barça comenzará una reconstrucción que se ha vuelto más necesaria que nunca y que, para bien o para mal, determinará los éxitos del equipo en los próximos años.
El Barça necesita hoy un patrón con credibilidad y, por mi experiencia, Laporta encarna muy bien ese perfil
El proyecto de Font también me parece innovador, serio y atractivo, aunque creo que encajaría más en tiempos de estabilidad