Dembélé y Messi destruyen el muro hispalense
Los azulgranas fueron capaces de perforar la red de un Bono que llevaba más de 550 minutos sin recibir un gol en LaLiga Santander
Tres centrales y Griezmann suplente. Así salió Koeman en el Sánchez Pizjuán. Nuevo cambio del holandés, que sigue buscando la fórmula correcta. Y le funcionó. Salió muy bien el Barça al terreno de juego. Delante, un Sevilla con rotaciones con la cabeza más en la vuelta de las semifinales de Copa. Aún así,
Lopetegui no entiende de concesiones. Le jugó de tú a tú al Barça. Con los riesgos que eso acarrea. Presión intensa, al hombre y muy adelantada. Koeman lo sabía. Por eso descolgó a Dembélé, que disfruta como un niño cuando tiene espacio para correr. El plan era ese. Solo hacía falta esperar el momento. Y lo encontraron los azulgranas. El triángulo Fernando, Koundé y
Diego Carlos se mantenía fuerte pero a la que se despistaron, el Barça no perdonó. Fernando perdió su posición y Messi lo aprovechó para filtrar un pase al espacio para que Dembélé superara en el uno para uno a Bono. Importante gol del francés. Para él y para su equipo. 556 minutos sin encajar acumulaba el Sevilla. La mejor racha de toda su historia. Hasta que llegó Dembélé.
SALTARON CHISPAS El partido siguió por los mismos derroteros. Nadie cambió tras el gol. Los de Koeman, con un Dest inspirado, hacían daño por la banda derecha donde Escudero no daba abasto. Pero se calentó el encuentro. La agresividad del Sevilla fue castigada por el colegiado. Tarde, eso sí. Amarilla para Diego Carlos por un golpe a Messi. Al argentino no le gustó nada y en la siguiente acción se desquitó con Fernando. Amarilla para el argentino. Y a punto estuvo de ver la segunda. La pidieron los hispalenses, pero no cayó en su trampa Hernández Hernández.
En el descanso, Lopetegui movió el banquillo. En Nesyri, Suso y Rekic al campo. Pero no cambió sus intenciones. Y Dembélé sonreía. El partido estaba para él. Pudo marcar su segundo pero prefirió asistir a Messi, que la mandó por encima del larguero. Antes, Jordi Alba y Dest, que la estrellaba en el palo, no marcaban por poco. Le funcionaba el cambio de sistema a Koeman. Los laterales, protagonistas. Los centrales, protegidos. Los delanteros, volando a la espalda de los centrales. Y Lopetegui
puso toda la carne en el asador. Óliver Torres y Óscar, a escena. Cinco cambios realizados en el 63'. Y le cambió la cara al Sevilla, con un Suso protagonista que su centro era rematado fuera por Escudero. Avisaba el Sevilla. El que no podía más era Piqué. Aquejado de unas molestias en la primera parte, lo sustituía Araujo.
Regresaba el uruguayo. En la primera
El francés fue el que mejor supo interpretar los espacios que Lopetegui ‘regaló’ a los azulgranas
Pedri y Araujo se retiraron por problemas físicos, pero irrumpió con mucha fuerza Ilaix Moriba
acción tras el cambio, gol de Lenglet. Anulado por fuera de juego y refrendado por el VAR. Un minuto después, Pedri se iba al suelo. Lesionado el canario. Y Koeman llamaba a Ilaix. Segunda aparición del canterano en LaLiga.
ILAIX Y ARAUJO, PROTAGONISTAS Se crecía el Sevilla, se hacía pequeñito el Barça, al que se le acumulaban las desgracias. Araujo, también caía lesionado. Uno más. Pero lejos de hundirse, el Barça se unió con un Ilaix espectacular. Suya fue la asistencia para que Messi superara a Bono. El gol de la tranquilidad para los azulgranas. Lo marcaba el de siempre. El mejor del mundo. Contra viento y marea. Resistiendo una vez tras otra las faltas de los hispalenses. Encontró a un buen socio el argentino. Un chico, que como él, se formó en La Masia. Y aún pudo marcar el centrocampista su primer gol. Se quedó cerca. Tampoco hizo falta. La victoria era para el Barça. Cara y cruz para los azulgranas. ¿La cara? Los tres puntos y la actuación de Ilaix. ¿La cruz? Las lesiones de Araujo y Pedri. El miércoles, otra `final' entre ambos equipos.