Un goleador de ciencia ficción
Erling Haaland parece haber venido del futuro para dominar el presente. Así ha sido una evolución imparable
Erling Haaland ni siquiera parece humano. En las entrevistas responde como los replicantes de `Blade Runner': con monosílabos y sin pestañear. Y en el campo arrolla rivales y marca goles como si fuera un androide creado para dominar el fútbol mundial. “Para ser honesto te diré que intento jugar con la cabeza libre y atacar sin pensar demasiado”, asegura. Maximilian Wöber, un excompañero suyo, ya dejó entrever que es un chico especial. “Está completamente loco, pero eso hace que sea tan bueno”. Un punto de locura y un físico tan dominante que parece irreal. No se recuerda un futbolista de casi dos metros tan coordinado, tan rápido y tan preparado para el oficio del gol. Su aspecto parece sacado de una saga de Marvel; una especie de superhéroe que hace pequeños al resto de jugadores.
Desde Ronaldo Nazario no ha habido un futbolista tan explosivo en carrera y a la vez con tanta pausa en el remate. Marco Reus (Dortmund) destaca su sangre fría. “Juega como entrena. No importa lo implicado que esté en el juego, cuando tiene una oportunidad siempre marca”. Pero Haaland no es solo remate. Su capacidad para crearse espacios (y el mejor contexto para marcar) le viene de lejos. De cuando, siendo un niño, tenía un cuerpo frágil. Ahora parece imposible, pero tardó en pegar el estirón y tuvo que aprender a competir contra niños más fuertes y más rápidos que él.
Es en esa época cuando aprende a encontrar soluciones que, una vez su físico le acompaña, hacen que sea un futbolista demoledor. El mismo que ha tenido una ascensión imparable en los últimos años. Haaland pasa de marcar cinco
Haber tardado en pegar el estirón contribuyó a que su juego sea mucho más que remate y potencia
“Está totalmente loco, pero eso hace también que sea tan bueno”, recuerda un excompañero
goles la temporada 2018-19 en 10 partidos (entre Molde y Salzburgo) a marcar 44, la 2019-20, en 40 partidos entre Salzburgo y Dortmund. Pero ya en la temporada 2017-18 deja entrever que tiene una relación especial con el gol (12 en 25 encuentros). Desde entonces su crecimiento ha sido imparable hasta el punto de convertirse en lo que los americanos llaman `the next big thing'. Y también el ariete que quieren todos los grandes. Jesse Marsch, técnico del Salzburgo, tiene claros los motivos. “No importa el estilo; él siempre marcará goles”