Adaptándose a su nueva bestia
El pequeño de la dinastía Espargaró destacó que la Honda le gusta y que va cómodo sobre ella
La caída que he tenido por la mañana ha sido anecdótica, no mucho más
La cosa es que me falta tener ese control necesario cuando voy al límite
Pol Espargaró sigue viviendo un sueño que para él no ha hecho más que comenzar; el ser piloto del equipo Repsol Honda. Algo que aseguraba hace unos días que el llegar a este box es con lo que sueñan prácticamente todos los niños que se inician en el motociclismo. Un sueño, sí. Pero un sueño en el que hay que trabajar de lo lindo para que sea largo y que comporte muchos buenos momentos.
Tras haber dejado ya la pretemporada atrás, ayer llegaba el primer momento de la verdad para el `44'. Completó las dos primeras sesiones de libres en las que hubo tanto luces como sombras. Más momentos brillantes que alguno algo más negativo, pero que no pasó de ser más que anecdótico. El piloto de Granollers aseguró una vez terminado el primer día de actividad en pista en Catar que la Honda es “una moto que me gusta y que me permite sentirme cómodo cuando estoy pilotando”. `Polyccio' tuvo dos caídas. La primera de ellas fue algo “más anécdotica que nada”, mientras que la que sufrió por la tarde fue por “ir a buscar el límite”. Espargaró sigue amoldándose y tratando de conocer mejor su montura. De hecho, el catalán reconoció que hay situaciones en las que le falta “tener ese control necesario cuando voy al límite”. El `44' tiene un pilotaje agresivo, cierto es, pero le falta acotar ese estilo a unos niveles controlados.