Mino Raiola y Laporta, los más listos de la clase
Comienzan las curvas. En Jueves Santo y con día presumiblemente apacible, el mercado futbolístico explotó de forma contundente. Mino Raiola, todopoderoso agente de Haaland, decidió que era la hora para iniciar la puja por su codiciado delantero y se montó una tournée por España para comenzar a calentar el precio. No hay agente que maneje mejor los tempos que Raiola, un especialista en conseguir los mejores números para sus representados azuzando la competencia y dilatando las negociaciones hasta la extenuación. Raiola sabe que Haaland es uno de los grandes caramelos del mercado futbolístico actual y huele a negocio porque el Borussia Dortmund no podrá retener al futbolista por mucho que quiera. Los alemanes se la jugaron con el noruego y les ha salido bien, pero tuvieron que pagar un claro peaje: si la cosa funcionaba, estaban prácticamente obligados a soltar a Haaland ante la amenaza de una cláusula de salida de 75 millones de euros en el 2022.
O lo venden ahora o se deberán ajustar a ese precio en el futuro. Y no hay color.
A Raiola no se salió del todo mal el tiro en la dura jornada del jueves. No porque filtrara el asunto -se mostró indignado con las cámaras que le esperaban en Barcelona-, pero sí por la repercusión que puedan tener sus reuniones. El agente se hizo de una tacada a Barça y Madrid metiéndoles de lleno en la presión de una guerra por Haaland y avisando a otros competidores para que estén alerta. Al Barça tampoco le salió mal el tiro. Laporta sabe que es complicadísimo fichar a Haaland por los problemas financieros del club, pero tuvo la fuerza para traer a Barcelona a Raiola y al padre del delantero demostrando que él sí estará en la pelea final por el noruego. El Barça, con él en la presidencia, vuelve a estar en la primera línea del fútbol internacional y eso no tiene precio. No se sabe si lo conseguirá, pero lo que sí está claro es que le encarecerá el precio al Madrid. En el Bernabéu ya saben lo que es volver a ver a Laporta. Él tenía muchas ganas...