Roglic, la sombra de Pogacar
El joven esloveno atacó y atacó, pero solo pudo recortar segundos a su compatriota con la bonificación en meta
El pulso esloveno escribió un nuevo capítulo para uso y disfrute del aficionado en el tercer día de la Itzulia. El combativo carácter balcánico floreció en la subida final a Ermualde. Tadej Pogacar y Primoz Roglic se enzarzaron en un pulso de ataques y contraataques, dirimido sobre la misma línea de meta. El vigente campeón del Tour recortó cuatro segundos más a su compatriota gracias a las bonificaciones. Ambos entraron en la llegada tubular con tubular, demostrando que son los corredores más potentes sobre el asfalto vasco. De ellos y la azarosa carretera dependerá salir de amarillo el próximo sábado en Arrate.
El primer tramo de etapa formó una `grupeta' en la que destacó la presencia de Roger Adrià, el único corredor catalán presente en la vuelta a Euskadi. El pelotón y el buen entendimiento de los equipos nunca dio esperanzas a los siete fugados, con rentas nunca peligrosas.
TRACA FINAL El libro de ruta no había sido exigente, si es que puede considerarse dicho adjetivo para calificar la Itzulia. De nuevo varios dientes de sierra en una jornada predestinada a decidirse en los últimos 20
‘Rogla’ continúa comandando la general, aunque ha perdido ocho segundos en los dos últimos días
kilómetros, con dos puertos encadenados.
Astana e Israel tiraron abajo la escapada, con Lezkano como último superviviente, en la primera pendiente de Malkuartu. El festival, tal y como sucedió camino de Sestao llegó en el descenso. Astana endureció el ritmo, con Omar Fraile de nuevo en el `fregao' y el pelotón se rompió en el último paso por Laudio. Michael Woods y Wilco Kelderman -sí, otra vez él- se fueron al suelo y se quedaron Carapaz e Higuita en cabeza de carrera. Pero la gasolina les duró poco, especialmente cuando Pogacar se arremangó el maillot. Uno, dos, tres y hasta cuatro ataques del balcánico ponderando las fuerzas de Roglic, que se pegó a su rueda como un chicle. No fue hasta los últimos metros, cuando logró ganarle la posición y arañarle cuatro segundos en la meta para acercarse en la clasificación general.