Otro examen de sufrimiento
Tras ganar al Barça pidiendo la hora, hoy tiene doble ración ante el Liverpool, que busca la revancha de dos derrotas seguidas por 3-1
Si con el Barcelona sufrieron lo indecible, larguero incluido en la última jugada, al Real Madrid le espera doble ración en Anfield. Defiende un esperanzador 3-1, pero las circunstancias que rodean al equipo de
Zidane invitan a pensar que al Liverpool se la ponen botando si ejerce de equipo grande. Klopp tiene a su favor que el terreno de juego es cinco metros más pequeño que el del Di Stéfano y eso ayuda cuando lo que buscas es asaltar por la vía rápida la portería rival. También es cierto que el contraataque blanco puede ser más letal porque también la portería está más cerca cuando sales de tu área.
FALSO COLCHÓN Al margen de ironías por excusas ventajistas (las gradas estarán igual de vacías que en Valdebebas), el técnico alemán tiene a su alcance derribar a un rival que llega parcheado y sin botella de oxígeno de repuesto. Para
Zidane y sus chicos será otro examen de sufrimiento pensando en hacer valer los dos goles de ventaja logrados en la ida, aunque el valor doble del marcado por Salah reduce esa falsa sensación de colchón que da el 3-1.
Klopp también silba cuando le preguntan si el cansancio que arrastra los jugadores blancos puede ser decisivo: “Estamos igual en eso”. Pero él sabe que la sala de máquinas blanca, con su admirado Kroos al frente, llega exhausta al envite. Ahí donde el Real Madrid construyó su triunfo en el partido de ida.
Klopp hace bien en `vender' que o actúan como un equipo top esta noche o tienen poco que hacer ante todo un Real Madrid. Maneja bien su mensaje cediendo el protagonismo al grandilocuente nombre del rival, como si la eliminatoria dependiera más de lo que hagan los de Zidane a lo que hagan ellos. “Tiene que ser un partido casi perfecto” dice su pupilo Robertson elevando el listón al máximo y entrando al trapo de su entrenador. Pero si uno repasa la hemeroteca comprobará que los `red' eran favoritos para llegar a las semifinales, ocupaba en cuarto lugar en las apuestas ante el sexto en el que situaban a los blancos.
MUCHAS DUDAS Lo mejor del Liverpool es su ataque, justo donde Zidane tiene problemas para hacer frente a los Salah, Mané,
Diogo Jota o Firminho. Un equipo construido desde el ataque que busca cumplida revancha de la final de Kiev y la derrota de hace una semana y ambas por 3-1. Ahí es donde aparecen las dudas para el técnico del Real Madrid. Tiene lesionados a tres de los cuatro defensas titulares pero, además, también se ha roto Lucas, el remiendo improvisado que ha rendido de lujo. Existe expectación por cómo lo va a intentar remendar el francés, que no acaba de confiar en Odriozola, el lateral derecho suplente que defensivamente es bastante disperso. Puede poner al donostiarra, cambiar el dibujo o inventarse una solución de urgencia inesperada. Algo tiene que hacer porque la eliminatoria puede depender de ello al margen de que no fallen las fuerzas.