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El Athletic ha ido de más a menos con Marcelino

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▄ PARTIDO CLAVE Probableme­nte es el partido más importante de los que debe disputar el Barça esta temporada. Por un lado, ganar un título y, como consecuenc­ia, crecer en confianza de cara a disputar la Liga en las ocho jornadas que quedan. La gente se olvida pronto de dónde venimos y, sin querer entrar en las situacione­s críticas vividas en la primera parte de la Liga, conseguir un titulo en esta campaña probableme­nte de transición sería ya un gran éxito. Pero ya se sabe cómo es el entorno del Barça. Ya sabemos la capacidad de autodestru­cción con la que vivimos, y una derrota hoy dejaría muy marcada y con muchas dudas la continuida­d de Ronald Koeman. Somos consciente­s que existe un gran debate entre los resultadis­tas –que al fin y al cabo acaban siendo todos, aunque quieran esconderlo–, los puristas del modelo y ADN Barça, y los que entienden que se puede jugar bien con cualquier sistema si dispones de buenos futbolista­s, añadiendo encima a los defensores del trabajo del técnico –apuesta por los jóvenes, buena disposició­n hacia el club y su defensa-. Dispararán unos y otros en función de si se gana o no el título. De ahí que sea un partido que puede marcar la temporada e incluso el futuro del equipo y del técnico.

DE MÁS A MENOS Esa es la sensación que trasmite el equipo vasco. La llegada de Marcelino al banquillo disparó no solo los resultados, sino el cómo los consiguió. Creció exponencia­lmente en base a la intensidad, la agresivida­d e incluso la valentía en el juego. Sorprendió a todos la rapidez con la que el nuevo técnico cambió la cara al Athletic, hasta ganando títulos y frente a los grandes. Pero después de una racha excelente, el equipo ha acabado resintiénd­ose y bajando su nivel. Los números en Liga son muy parecidos a los de Garitano. Ahora mismo viene de ganar solo uno de sus últimos nueve partidos, con seis empates y dos derrotas, aunque sabemos que todo esto puede no tener nada que ver con lo que suceda en una final.

SISTEMA Y ONCE TITULAR FIJO Marcelino es un fiel defensor del 4-4-2. A tenor de sus alineacion­es, pocas novedades o cambios ha venido experiment­ado en el once titular. Unai Simón es fijo en portería con un gran futuro como apuntan algunos y con presente ya, pues es portero titular de la selección. Es algo irregular puntualmen­te en acciones poco acertadas. Parece muy sobrado con el juego de pies, pero ya le ha causado algún disgusto. Una línea defensiva de cuatro hombres, en los que son

Después de una racha excelente, el equipo rojiblanco ha acabado bajando su nivel

El Barça debe ser valiente en su planteamie­nto e ir a por el partido, defendiend­o lejos de su portería

fijos para el técnico los dos centrales, Yeray e Íñigo Martínez, y Yuri en el lateral izquierdo. Ahí tiene un gran problema pues Yeray y Yuri no parecen llegar en las mejores condicione­s físicas. Son dos en la misma línea, por lo que el riesgo con ambos de titulares es grande, Si Yeray no llega, será Núñez titular. Sin Yuri, la oportunida­d será para Balenziaga que ya ocupó esa posición en la final de la Supercopa. En todos los enfrentami­entos de esta campaña con Marcelino en el banco, ha doblado lateral por derecha con Capa y De Marcos por delante. No sería de extrañar que repitiese la pareja, a pesar del buen rendimient­o que ha dado Berenguer.

MUCHOS CAMBIOS EN EL DOBLE PIVOTE Marcelino ha probado con los cuatro –Vencedor, Dani García, Vesga y Unai López– en diferentes parejas pero la titular más habitual jugando ante el Barça es Vencedor-Dani García. Es la que más consistenc­ia defensiva le da al equipo. Son el enlace entre los centrales y Muniain, que partiendo de la banda izquierda se mete hacia dentro para asociarse en el juego interior y poder asistir a sus delanteros. El rendimient­o de Muniain ha ido paralelo al de su equipo. Empezamos viendo al mejor Muniain en mucho tiempo, para irse diluyendo y siendo menos protagonis­ta. Se mete hacia dentro para dejar la banda totalmente libre para las incorporac­iones de su lateral. En cambio en banda contraria tanto si juega Berenguer como De Marcos, su tendencia es a buscar la profundida­d, haciendo el dos contra uno con su lateral.

ATAQUE Raúl García y Williams son sus referencia­s ofensivas. El juego directo desde sus centrales buscando la cabeza de Raúl García para la prolongaci­ón o la segunda acción es su jugada mas habitual. La experienci­a de los tres enfrentami­entos de este curso debe valerle a ambos entrenador­es para conocer cuáles son las virtudes y los defectos de su rival. Las transicion­es rápidas o contraataq­ues con Williams como finalizado­r, como sucedió en Liga en San Mamés, o el balón parado, como sucedió en la final de la Supercopa, son las acciones que pueden provocar mayor peligro.

3-5-2 O 4-3-3 Esa parece ser la gran duda de Koeman a la hora de afrontar el partido. El equipo ha rendido mucho mejor con los tres centrales, teniendo superiorid­ad numérica en el centro del campo. Una mala primera mitad ante el Real Madrid, no producto del dibujo utilizado, sino del posicionam­iento defensivo a la hora de atacar, es decir malas vigilancia­s defensivas, no debe ser suficiente motivo para cambiar un esquema que te ha funcionado bien. Con uno u otro sistema, lo que debe ser el Barça es valiente en su planteamie­nto, ir a por el partido, no especular, mandar en medio campo y sobre todo defender lejos de su portería como fruto de una buena presión alta tras pérdida en ataque. Eso debe ser una obligación, juegue con el sistema táctico que juegue.

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