Márquez triunfa rodeado de novatos
Marc logra una séptima plaza inpensable en su regreso tras nueve meses de inactividad
Hace tiempo, bueno, dos o tres años, que el joven francés Fabio Quartararo (Yamaha), que no ha ganado nada en su llamativa carrera deportiva, me refiero, claro, a títulos mundiales, está llamando a la puerta de algo grande, sin duda de un título enorme, el mayor, el de MotoGP, el de los reyes. Y su doble victoria, en Catar (llamado el GP de Doha) y ayer, en Portimao (Portugal), significa, por fin, su auténtica candidatura a algo inmenso y merecido, el cetro mundial entre los grandes pilotos. Algo a lo que también piensan aspirar dos novatos españoles, el prodigioso Pedro Acosta, de solo 16 años y ganador, de nuevo, de Moto3 y un tremendo Raúl Fernández, de 20 años, vencedor en su tercera carrera en Moto2 No deja de ser curioso que, cuando el `Diablo' despuntaba (2019), Marc Márquez Alenta (Honda), que ayer demostró su tremenda competitividad, su pasión por las motos, por la carrera, su inmensa ilusión por ser alguien, al acabar séptimo del GP en el que reaparece tras nueve meses de ausencia y tres intervenciones quirúrgicas (la última de 11 horas), le tocase la cresta y lo superase; y no deja de ser curioso que, el pasado año, cuando, sin MM93, podía aspirar al título, el mallorquín Joan Mir (Suzuki) apareciese y le arrebatase esa posibilidad.
Ahora, mientras Márquez vuelve a ser Márquez, mientras Maverick Viñales (11º y protagonista de la peor salida de la historia), mientras las Suzuki se muestran dudosas, mientras Ducati no acaba de tener jefe (el `satélite' Johann Zarco se cayó cuando era tercero), Aprilia se reivindica pero no llega y las KTM parecen en crisis, Quartararo ha decidido marcar su tremendo ritmo y demostrar que es, sin duda, el principal favorito al título tras ganar su quinto GP de MotoGP. Eso sí, con permiso de todos ellos, cómo no, pues esto solo acaba de empezar y ahora empieza la auténtica gira europea, dentro de quince días, en Jerez.
La victoria de ayer del `Diablo', que rodó a un nivel lo suficientemente alto como para forzar las caídas de Jack Miller, Alex Rins, que estaba segundo y listo para lanzar su último ataca a el `Diablo', Zarco y hasta de Valentino Rossi, que deberá plantearse pronto, muy pronto, frente al tremendo ridículo que está protagonizando, le convierte en el gran favorito al título, una vez llegado al equipo oficial Yamaha Monster de la marca de los diapasones.
Quartararo rodó a un nivel lo suficientemente alto como para forzar la caída de Alex Rins