De enchufado a demasiado confiado
▄ El Barça arrancó bien, muy activo y enchufado, demostrando que el equipo pasa por un buen momento, con un Messi especialmente alegre y con hambre de gol, dispuesto a buscar la portería rival desde el primer minuto.
El Getafe empezó con defensa de cinco, pero tirando la línea muy arriba. Supo romperla el ataque azulgrana con llegadas desde la segunda línea, muy difícil es de contrarrestar por la defensa rival.
Así llegó el primer gol de Messi, con un desmarque al espacio. El argentino supo aprovechar un excelente pase en profundidad de Busquets, que dicho sea de paso volvió a jugar un gran encuentro. Sin duda `Busi' ha sido el más beneficiado con el cambio de sistema táctico de Ronald Koeman.
El Barça tuvo muchísima movilidad, lo que permitió a los jugadores del equipo azulgrana asociarse con facilidad y superar la presión que intentaba realizar el Getafe. Con esa movilidad, es muy fácil encontrar líneas de pase relativamente fáciles.
DEMASIADA CONFIANZA
Los cambios en la segunda parte desdibujaron al equipo, que daba el partido por ganado y se complicó demasiado la vida tras el 3-2 del Getafe. Al equipo le entró el miedo: jugó el Barça con la defensa demasiado retrasada, y siendo dominado por el Getafe, por momentos. Sin embargo, una acción a balón parado permitió al Barça respirar tranquilo, con un gran remate a puerta de Araujo en un momento crucial del partido. El Barça debe sacar varias conclusiones del partido, sobre todo que nunca hay que dar por ganado ningún partido. El partido acabó con un detalle de Messi, que permitió a Griezmann chutar el penalti.
La clave: los cambios en la segunda parte desdibujaron al equipo, que se confió demasiado