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`Unocerismo' y la suerte del ¿campeón?

Para ganar ligas, la fortuna también debe estar de tu parte. El Atlético completó un gran primer tiempo con el gol de Llorente, pero se diluyó con el paso de los minutos. Rozó el pinchazo con un penalti en el descuento que falló el Elche

- ARNAU MONTSERRAT

El resultado más repetido de la era Simeone bastó en el Martínez Valero. La filosofía cholista aplicada en un marcador. El 0-1 logrado en Elche le vale al Atlético para llegar líder a la final del Camp Nou. El `unocerismo' por bandera. Adelantars­e y resistir. Algo que por ejemplo no supo hacer el Barça ante el Granada. Eso sí, la suerte del campeón merodeó el estadio en el minuto 90'. Fidel mandó a la madera una pena máxima en el último suspiro. El Atlético de Madrid salió con otra cara al Martínez Valero. La versión alicaída de las últimas jornadas no viajó con los de Simeone a Elche, como mínimo en la primera parte. Criticados por lanzar en muchas ocasiones los primeros 45 minutos, el conjunto rojiblanco salió en tromba para aprovechar hasta el último segundo del choque. Ofensivo, sin miedos, dependiend­o de sí mismos para ganar una liga que parecía que se les escapaba antes del Barça-Granada. Se notó la inyección de moral.

Los del Cholo estaban mandones. Encerrando a los de Escribá en campo propio. Empezaron a llegar las oportunida­des y Suárez falló, a los diez minutos, lo que no falla nunca. Una jugada que se inventó el charrúa dejando pasar el cuero entre sus piernas, prolongaci­ón de tacón de Correa, que dejó solo al uruguayo, pero el tiro de Luis, en el mano a mano, lo mandó al lateral de la red. Solo hacía falta ver como se lamentaba con las manos en la cabeza Suárez para darse cuenta que era un error impropio del `killer'. El delantero se desquitaba momentánea­mente instantes después con un gol que anuló el VAR por fuera de juego del charrúa en el previo pase de Marcos Llorente. Un pase de la muerte que casi manda fuera. Tocó en el travesaño. Pero visto lo visto sobre el césped, era cuestión de tiempo que los de Simeone abrieran la lata.

LLORENTE DESATASCÓ Apareció un Carrasco que de nuevo está en un momento dulce de juego. Su desborde, precioso, y el pase atrás para la llegada de Marcos Llorente, crearon el primer tanto del partido. Tuvo suerte el tiro del ex del

Los de Simeone fueron un vendaval en un gran inicio de partido y encontraro­n el premio con el gol de Llorente

Les faltó efectivida­d para rematar, ya que el Elche se creció con el paso de los minutos y asustó

Los rojiblanco­s siguen `aliados' con los penaltis: los últimos tres en contra no fueron gol

Real Madrid porque rebotó en Josema y despistó a Gazzaniga. Lo más difícil estaba hecho. El dominio a partir del gol fue más intermiten­te pero Oblak no tuvo que aparecer. Lo más peligroso, el resultado. La superiorid­ad no se transformó en más goles y el Elche seguía vivo con el paso de los minutos. Además, la espesor se iba haciendo cada vez más grande entre los del Cholo que quiso ajetrear el partido con la entrada de Joao Félix.

SE DILUYÓ EL ATLÉTICO Suárez seguía peleado con el gol al ver como le anulaban otro, de nuevo por fuera de juego del atacante uruguayo. No había cerrado el encuentro el Atlético y el Elche empezó a ganar terreno. La elasticida­d rojiblanca había desapareci­do y volvía la versión más rácana del líder que tuvo un susto en una caída de Pere Milla dentro del área que Melero López no consideró suficiente como para pitar penalti. El `unocerismo' tiene esas cosas. El

sufrimient­o viene de la mano y el juego aéreo del Elche estaba siendo muy peligroso. Barragán a cinco minutos para el final tuvo el empate. En el área pequeña, la mandó por encima del travesaño. Quedó claro que es lateral. Pero el gran susto llegó a un minuto del final. Unas manos de Marcos Llorente dentro del área terminaron en penalti. Una jugada, que de terminar en gol, hubiera levantado más polvo que en el desierto. La falta previa a las manos de Marcos, otras manos de Trippier, eran inexistent­es pero el VAR no podía entrar porque estaba fuera del área. Al ser otra jugada, el gol no podía ser anulado. Fidel tomó la responsabi­lidad y Fidel falló. El dato es para echarse las manos a la cabeza. No le lanzaban un lanzamient­o de penalti al palo al Atlético de Madrid desde el 3 de noviembre de...¡1985!. Pues bien, ayer tenía que ser el día. Pero es que además, los últimos tres penaltis que le han lanzado a los colchonero­s los han fallado. Alavés, Sevilla y Elche. El más aliviado, por supuesto, Marcos Llorente. Siguió siendo el héroe del partido aunque rozó tomar el papel de villano. Claramente, el Atlético tuvo la suerte del campeón. Victoria vital para los madrileños que viajarán al Camp Nou como líder de la Primera División española. Menudo final de Liga que nos espera.

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El gol de Marcos Llorente da tres puntos de oro a u
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// EFE un Atlético que sigue en lo más alto de la clasificac­ión

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