EL CITY JUGARÁ SU PRIMERA FINAL
El Manchester City volvió a doblegar a los parisinos para convertirse en finalista de la Champions. Mahrez brilló con los dos goles, y la defensa apagó a Neymar. Mbappé ni jugó, y Guardiola vuelve a una final europea diez años después
El equipo inglés elimina al PSG y espera rival en Estambul el 29 de mayo
Riyad Mahrez escribió otra página de historia para el City. Los de Guardiola no sólo hicieron buena la épica remontada de la ida, sino que volvieron a imponerse al PSG para ganarse con honores el billete hacia Estambul. Su primera final de Champions. El regreso de Pep a este escenario, 10 años después. El sueño que desde el este de Manchester no se han cansado de perseguir está ahora ante sus ojos.
La idea del City de Guardiola es la misma de siempre, aunque muchas cosas han cambiado. Para empezar, la voracidad con la dieron el primer martillazo, en la primera llegada.
Mahrez se llevó los titulares con los dos goles, pero mención aparte merece la defensa. El esfuerzo titánico de Walker secando a Neymar. La sociedad que han construido Stones y Rúben Dias. Lo que los sostuvo en los peores momentos, para que los superdotados De Bruyne, Foden y Mahrez volvieran a dictar sentencia.
MBAPPÉ, OUT La noche empezó mal para Pochettino desde la salida de los onces. Mbappé no se recuperó a tiempo de su lesión, caía en el banquillo y su sitio lo ocupó Icardi, horrible sobre el campo. Llegaron a soñar con un penalti tempranero, pero el VAR rectificó. Segundos después, el City divisó un escape a la presión de Pochettino. Lo abrió Ederson, con un cañonazo tremendo que cruzó medio campo para llegar a
Zinchenko. Los franceses frenaron el disparo de De Bruyne, pero
Mahrez castigó en el rechace. El panorama no cambiaba del todo para el PSG, que seguía necesitando dos goles para soñar con el milagro. Neymar no conseguía despegar como muchos esperaban. Aún así, los franceses encontraron su momento con un cabezazo de
Marquinhos que chocó en el larguero, y un tiro de Di María que lamió el poste, con Ederson a media
salida. No las aprovecharon, un peaje imperdonable en la Champions. Los de Pochettino se volvieron a rebelar tras el descanso. Tuvieron dos llegadas a través de Neymar y Ander Herrera, ambas blocadas por un encomiable trabajo defensivo. Primero Stones y Zinchenko, después Rúben. La zaga de Pep era una pared, la muestra efectiva de por qué son el conjunto menos goleado de la Champions. Y tras el sufrimiento, la calma.
Los riesgos del PSG acabaron con una autopista para el City, un caramelo para un De Bruyne y Foden. Lanzó el belga y desbordó el inglés, sentando a Florenzi para regalar el pase de la muerte a Mahrez. El extremo fusiló a la red la tormenta perfecta. Los parisinos se vinieron abajo y Di María se autoexpulsó. El City pudo agrandar la herida, pero ya no hacía falta. Lo habían hecho. Los de Guardiola están en la final, y nada les impide seguir soñando.