Hacer un siete para seguir igual

Siete son los técnicos que han vivido en sus carnes la destitución a lo largo de este curso, pese a que poco resultado han ofrecido los relevos en los clubes implicados, en su mayoría siempre con la soga del descenso al cuello hasta el límite

Òscar García Junyent fue el primer cambio de banquillo en esta temporada y Javi Gracia ha sido el último hasta este momento, a falta de cuatro jornadas para la conclusión de esta edición de LaLiga. Siete relevos de entrenadores en seis clubes que poco han aportado para mejorar el estado de sus equipos si nos atenemos a sus posiciones actuales en la clasificación. Solo en el caso del Celta, curiosamente el primer club que destituyó a su técnico el 9 de noviembre del 2020 con solo nueve jornadas disputadas, se ha mejorado sensiblemente su puesto en la tabla, del 17º al décimo desde la llegada del argentino Eduardo `Chacho' Coudet, que ha alejado por fin esta temporada a los vigueses del descenso en su tramo final.

Ya en el 2021, el 3 de enero, el siguiente en caer en la lista de la renovación de los banquillos fue Gaizka Garitano, en el Athletic, sustituido por Marcelino García Toral, con apenas mejor resultado.

Pese a ganarle la Supercopa al Barça, primero, y ceder después en la Copa del Rey, ocupa en LaLiga el mismo noveno puesto que su predecesor con poco recorrido a partir de ahora, alejado a siete puntos de las plazas europeas a solo cuatro partidos del desenlace final.

SIEMPRE EL DESCENSO Al margen del Valencia, decimocuarto en la tabla tras la destitución de Javi Gracia y la entrada del eterno interino che Voro, aunque sin tener asegurada aún matemáticamente la permanencia, la batalla por el descenso también protagoniza el habitual baile de técnicos, sobre todo cuando la temporada se acerca a su fin como se repite cada año por estas fechas.

Salvo en el Celta, los recambios apenas mejoran las posiciones de los equipos en la clasificación

Javi Gracia ha sido el último en caer en el Valencia a solo cuatro jornadas de la conclusión

Huesca, Alavés y Elche son los siguientes de la relación de clubes con los nervios a flor de piel en su lucha particular por la salvación. El primero en caer fue Míchel en el Huesca, reemplazado por Pacheta, con una ligera mejora, dado que sí ha abandonado la cola de la tabla tras el bajón de resultados del Eibar, pero sin poder deshacerse aún de la dura presión del descenso en este decisivo sprint por la salvación en un solo mes que resta para finiquitar el torneo.

Peor lo ha vivido hasta este instante el Alavés, siendo la única escuadra de las seis implicadas en la ruleta de los banquillos que ha variado por dos veces la dirección de su equipo. Primero se marchó

Pablo Machín el 12 de enero y después ha tenido que hacerlo

Abelardo Fernández, tras no mejorar en su breve segunda etapa en Vitoria los números de los babazorros pasando del puesto 17 al 19.

Javi Calleja es el último revulsivo desde el pasado 5 de abril y parece haber mejorado el rendimiento saliendo momentáneamente de la zona de peligro.

Tampoco ha progresado hacia adelante la situación del Elche, con el relevo de Fran Escribá por Jorge Almirón desde el 12 de febrero, después de mantenerse en la misma posición en LaLiga, penúltimos a falta de las cuatro últimas jornadas para el cierre final.

CRISIS PERO MENOS Sin embargo, y a pesar de haberse hecho un siete esta temporada para que todo siga igual, o al menos hasta este preciso instante de la competición, la crisis de los banquillos de Primera División ha resultado algo menor en el transcurso de esta campaña histórica por culpa del coronavirus y la inexistencia de público en los estadios que, sin duda, han influido en el espectáculo futbolístico.

Frente a los siete entrenadores cesados o destituidos de este curso, los registros se doblan prácticamente si se analizan las campañas anteriores, al menos respecto a las cinco últimas.

Hasta doce técnicos se vieron obligados a marcharse antes de hora en los dos cursos anteriores, sin añadir los cinco y seis, respectivamente, que dejaron sus banquillos también al final de estas temporadas, unas circunstancias que también se producirán en esta edición de LaLiga, pese a que a priori parecen a su vez menores.

El récord de salidas forzadas de los vestuarios de los místers se produjo en el curso 2017-18, con 15 adioses a lo largo de la temporada y once más al término de la misma. Unas cifras semejantes se registraron una campaña antes -14 y 11- si no se añade un primer relevo técnico al inicio, concluyendo con 11+7 el baile del 2015-16, cuando se sufrieron menos ceses, pero lejos todavía de los siete de esta temporada 2020-21 que afianzan la idea de que resulta muy caro el relevo en el banquillo.

En este curso del coronavirus se han reducido a la mitad los ceses de entrenadores en LaLiga