Sport

¿Por qué no Mikel Landa?

El ciclista alavés figura entre los grandes favoritos a la victoria en el Giro, que empieza hoy con una contrarrel­oj urbana en Turín. Con poca contrarrel­oj y sin especialis­tas en este arte, el líder del Bahrein está ante la oportunida­d de su vida

- SERGI LÓPEZ-EGEA

Si no hay eslovenos en el campo de batalla todo escenario es posible. Si la contrarrel­oj no es abusiva cualquier escalador no muy hábil en este arte puede creer. Si hay montaña casi para regalar el panaroma se vuelve tan rosa como el jersey por el que pelearán desde hoy y hasta el 30 de mayo las estrellas que se han apuntado al Giro. Y entre estas figura Mikel Landa con una oportunida­d casi única, en la carrera donde mejor se adapta, sin demasiado impacto de crono y con cumbres para soñar. “¿Por qué no va a ser mi primera victoria en una carrera grande?”.Así de optimista se mostró ayer Landa desde Turín, donde hoy se inicia el Giro 104 con una contrarrel­oj urbana. Y ciertament­e no le falta razón al corredor alavés. ¿Por qué no Mikel Landa? El Giro es una carrera donde ha acabado una vez tercero (2015) y otra cuarto (2019) y el lugar en el que mejor se ha lucido en la montaña. Además, llega con un equipo muy robusto donde destaca otro vasco, Pello Bilbao, en un estado sobresalie­nte.

No hay un contrarrel­ojista potente que humille a los escaladore­s como pueden hacer los ausentes Tadej Pogacar y Primoz Roglic. En el guion del Giro solo figuran 39 kilómetros y, en cambio, en el menú hay nada menos que seis etapas de alta montaña. “Veo a los rivales más cerca que nunca. Este Giro es una oportunida­d. Solo necesito un poco de suerte porque ninguno de mis contrincan­tes es especialis­ta contrarrel­oj y, además, espero haber aprendido de los errores del pasado”, reiteró desde Italia. Y, en efecto, solo un ciclista, un joven rebelde llamado Remco Evenepoel, con 21 años, otro prodigio de la nueva generación, podría enturbiar la ruta a Landa y al resto de escaladore­s puros. Pero no ha competido desde que casi se mata al caer al vacío por un puente lombardo, en agosto del año pasado. Desde entonces, desde que se destrozó la cadera, todavía no ha competido hasta el punto de que, al menos de entrada, Evenepoel se ha descartado para la pelea por la maglia rosa en favor de su compañero portugués Joâo Almeida, muy hábil contra el crono pero al que le falta genio en la alta montaña.

Y es aquí donde aparece Egan

Bernal. El colombiano, vencedor del Tour 2019, llevará el dorsal número uno en ausencia de su compañero del Ineos, Tao Geoghegan

Hart, que se reserva para Francia tras la victoria en el Giro 2020. En forma, resulta casi imposible responder a un ataque de Bernal en la montaña. ¿Pero cómo está realmente? Lleva varias semanas recuperánd­ose de los dolores de espalda que ya le obligaron a retirarse del Tour 2020. “He venido al Giro con mucha emoción pero pendiente de mi espalda. Si aguanta batallaré por la maglia rosa”.

En un Giro aliado con las sorpresas, que vivirá del Zoncolan y los Dolomitas pero sin menospreci­ar a los tramos de tierra de la Toscana que se encontrará­n en la etapa 11, levantan la mano y muestran su candidatur­a a la victoria final escaladore­s de la talla de Simon Yates (ganador de la Vuelta 2018), Jai Hindley, que llegó empatado a la contrarrel­oj final del Giro 2020, y John Carthy, que fue tercero en la Vuelta 2020, dejando un hueco a Romain Bardet,a Alexsandr Vlasov y hasta a Pavel Sivakov, compañero ruso de Bernal, por si falla el corredor colombiano, en el Giro del debut de Marc Soler.

Los escaladore­s como Simon Yates pueden tener su oportunida­d aquí, con permiso de Egan Bernal

En esta edición no hay especialis­ta en contrarrel­oj potente, al estilo de Primoz Roglic o Tadej Pogacar

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain