Un terremoto de 100 millones
Piloto de pago, Nikita Mazepin (Moscú, 1999) está protagonizando un desastroso estreno en Fórmula 1
Nikita Mazepin ha provocado las iras de algunos de sus rivales y ha encadenado errores y sanciones en sus primeros cuatro Grandes Premios. Y fuera de la pista tampoco ha conseguido aplacar el `incendio' con el que comenzó, cuando se filtró un vídeo polémico y machista en el que manoseaba el pecho de una acompañante, obligando a la FIA a tomar cartas en el asunto. Eso fue antes incluso de subirse al Haas, que su padre, el oligarca Dmitry Arkadievich Mazepin, ha `pintado' con los colores de la bandera rusa, desafiando la sanción del Comité Olímpico Internacional al deporte de su país. Y rompiendo también toda lógica al tratarse de un equipo estadounidense, propiedad de Gene Haas. Próximo al círculo de confianza de Vladimir Putin, el señor Mazepin es accionista mayoritario y presidente de Uralchem Chemicals, la multinacional energética que patrocina al equipo. Según Forbes, es una de las cien personas más ricas de Rusia, con una fortuna estimada de 1,3 billones de dólares. Y en este caso es bien cierto aquello de que “quien paga, manda”.
CARA Y CRUZ Nikita ha llegado a la categoría reina gracias a la `cartera' de su padre y sin ningún titulo. En las categorías inferiores se ganó mala reputación por su agresividad y por coleccionar penalizaciones pero no por ser mal piloto. Subcampeón de GP3 en 2018, la pasada temporada luchó hasta el final por el título de F2, que ganó su compañero Mick Schumacher. El alemán y el ruso son la cara y la cruz a nivel profesional y personal.
Mick es un piloto pulcro y profesional, un chico educado, que huye de la fama y los excesos y que ha sabido llevar el peso de su apellido con discreción. En Bahrein, Imola, Portimao y Barcelona ha vapuleado a Nikita, que no se corta a la hora de critricarle por ser un protegido de Ferrari. “Nosotros no tenemos un simulador en el equipo, así que tengo que usar el de mi casa en Moscú para preparar las carreras. Al no ser miembro de la Ferrari Driver Academy no tengo los privilegios de Mick, que puede utilizar el simulador de Maranello y probar coches en Fiorano”, dice. Siendo ambos debutantes en F1 y con el peor coche de la parrilla, Schumacher y Mazepin han cometido errores al volante, aunque el alemán ha conseguido salir mejor librado y sobre todo, ha evitado conflictos con sus colegas. En pista Mick ha superado a Nikita las cuatro veces en calificación, con 8, 5, 5 y 7 décimas de ventaja, y también las cuatro veces en meta. El festival de trompos y salidas de pista de Mazepin comenzó en Bahrein. En la carrera no pasó de la tercera curva. Apenas duró medio minuto. Récord histórico. En Imola sacó de sus casillas a Giovinazzi en los clasificatorios al adelantarle en su vuelta rápida y abandonó en carrera tras ser golpeado por Latiffi. En Portugal, Sergio Pérez llamó “idiota” a Nikita por obstaculizarle cuando lideraba la prueba y el ruso fue sancionado por ignorar hasta cinco banderas azules. En el GP de España también `recibió'. “Mazepin nunca cambiará”, espetó Charles Leclerc por radio cuando iba lanzado en los libres y se encontró al ruso despistado. Tras estorbar a Norris, fue penalizado con tres posiciones en parrilla, pero como ya salía el último, el castigo no tuvo efecto. Y el domingo, otras dos `perlas' de Nikita. En parrilla hizo el gesto de arrodillarse, pero no contra el racismo o la homofobia siguiendo la iniciativa que lidera Lewis Hamilton, sino que explicó que en su caso fue “como señal de respeto a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial”. Nikita lució la cinta de San Jorge, emblema militar ruso, por la victoria de Rusia ante el nazismo en 1945. Su actuación en carrera desquició al todopoderoso jefe de Mercedes, Toto Wolff. “Este tipo nos hace perder la carrera”, protestó por radio viendo que bloqueaba a sus pilotos. Acabó el último.
LLEGA PARA QUEDARSE “Los primeros seis meses un novato en la Fórmula 1 no se entera de nada. Le sobrepasa todo” resume el ingeniero y comentarista Toni Cuquerella. Mazepin lo confirma: “La F1 me resulta sorprendentemente intensa. Las sesiones de clasificación son frenéticas”, declaró a la televisión rusa Match. Eso sí, avalado por su padre, que lleva invertidos más de 100 millones en impulsar su carrera deportiva, parece que Nikita ha llegado a la Fórmula 1 para quedarse: “Es muy importante seguir aprendiendo. Es un campeonato completamente diferente a lo que estaba acostumbrado y muy exigente. Pero estoy seguro de que estaré unos cuantos años en este paddock, por lo que no voy a preocuparme ahora”, asegura.
Su compañero, Mick Schumacher, le ha superado en los cuatro GP y ha evitado entrar en conflictos