Holanda, goles de oro
Un penalti transformado por Memphis Depay en el 10' y la puntilla de Dumfries en la segunda parte adornan un convincente triunfo del combinado `oranje'
La selección de los Países Bajos supo poco antes de saltar al Cruyff Arena de Amsterdam que si ganaba a Austria avanzaría a octavos de final ya como primera de grupo gracias a la combinación de resultados. Y se puso manos a la obra desde el arranque. No tardó en encarrilar el partido: lo hizo en el minuto 10 y de penalti, con ayuda del VAR, tras un derribo de Alaba a Dumfries en el pico del área. Lo tiró Memphis
Depay, pese a que Wijnaldum parecía pedir turno con el balón en las manos. No hubo ni debate: fue un disparo impecable del futurible del Barça, con poca carrerilla y algo de suspense. Con 80 minutos por delante y el marcador a favor, la selección `oranje' disfrutó de un partido relativamente plácido: le ayudó el regreso a la titularidad de De
Ligt, poderoso y jerárquico, fundamental para aportar la solidez defensiva que necesitaba su equipo. Apenas sufrió Stekelenburg, más allá de un disparo lejano de Hinteregger en el ecuador de la primera parte y de otro intento de Alaba, ya en el tramo final. Depay estuvo a punto de sentenciar el partido pocos después de su gol de penalti. Su compañero de ataque, el espigado
Weghorst, le dejó solo frente a la portería de Bachmann. Cuando el Cruyff Arena gritaba el gol, Memphis lo envió por encima del larguero. El bote, demasiado alto, le pilló desprevenido. Koeman, en el palco del estadio, también se sorprendió por el error.
En la segunda mitad, Austria amenazó con buscar el empate, pero le faltó decisión. Remató Holanda el partido con un contragolpe perfecto, que nació en las botas de Depay (excelente su lectura del espacio) y que remató Dumfries, nuevamente goleador y MVP del partido.
Koeman vio el partido desde el palco y comprobó que su selección es mucho más sólida con De Ligt
El equipo de De Boer ya sabe que se medirá el 27 de junio en Budapest a la tercera del grupo D, E o F