“A veces me pregunto qué habría escrito Montalbán sobre Messi”
Recientemente dijiste que ser hombre implica cierta minusvalía emocional; ¿crees que este tipo de masculinidad está cambiando?
Creo que es una cuestión cultural y que las nuevas generaciones no funcionan así. Pero en lo que quería incidir en el libro es que son gente que se entiende de manera intuitiva en un escenario o a través de las canciones, pero que en la vida real tiene grandes dificultades para comunicarse.
¿Dónde notas esa brecha generacional?
Recuerdo de niño que era muy bestia la comparación con mis padres. Con mi padre, por ejemplo, íbamos con un amigo suyo a ver el Barça y en el coche no hablaban nada entre ellos. Iban, volvían, comentaban algo del partido, y adiós. Y eso lo comparabas con mi madre en el comedor de casa con sus vecinas. Era como: joder, ¿cómo pueden tener tantos temas? Eran dos mundos completamente distintos. Pero en mi generación esto ya cambió un poco, aunque el tío que tiene problemas para expresar sentimientos tiene problemas per sé.
¿Por qué cuando nos hacemos mayores nos contamos menos las cosas que en la adolescencia?
Bueno, yo es que pienso que hay cosas que tienes que madurar, incluso sentimientos. Si siempre estás dando las noticias al minuto de lo que te está pasando no tienes perspectiva. Hay veces que necesitas reposar lo que te está pasando o lo que dirías en ese momento es un calentón, pura víscera. Y luego todo el mundo tiene derecho a tener sus propias contradicciones en el cuarto oscuro de su vida. No tienes por qué estar exponiéndote todo el rato al escrutinio de otra persona o de la gente.
Cuando hablas de este escrutinio pienso en personajes públicos o incluso en los futbolistas, que son juzgados cada día...
Creo que somos excesivamente rigurosos con ellos. A veces son insoportables millonarios, pero el sistema les ha metido en una centrifugadora de vanidad, dinero y aislamiento. Este tipo de personajes tienen un aspecto trágico. Ves un futbolista de élite con 25 años y piensas: hostia ¿cuando tenga 40 qué pasará? ¿Qué pasará cuando nadie le haga caso? Porque lo mejor de su vida, o lo más intenso, le habrá pasado al principio. Tienes que tener la cabeza muy bien amueblada para sobrevivir a eso.
Algo muy común es que, cuando no cumplen nuestras expectativas, los matamos, ¿por qué crees que se repite ese fenómeno?
Yo creo que Neymar es otro caso como el de Ronaldinho. Supongo que llevamos muy mal el talento desperdiciado [sonríe]. En cierta manera es como una oportunidad fallida. Pero creo que un deportista o un artista tiene que tener el derecho a renunciar a su talento. Tienen derecho a vivir la vida a su manera. Nosotros los juzgamos pero ¿cómo seríamos nosotros si estuviéramos viviendo en otros país, fuéramos millonarios y estuviéramos rodeados por una corte de gente que nos dijera que todo lo hacemos bien? ¿Te parece justo que tengan que ser un ejemplo?
Lo que ocurre es que les damos un dinero, una posición y una vanidad… y a cambio esperamos que tengan el comportamiento que nosotros queremos. Exigimos que se comporten correctamente por todo lo que tienen de más, que nosotros no tenemos [sonríe]. Los deportistas seguramente no son modelos para los adultos pero sí para los chavales. Para los adultos son un saco de arena que a veces abrazamos y que otras veces golpeamos. Pero porque depositamos en ellos nuestras ilusiones y también nuestras frustraciones. Y también es verdad que, cuando nuestro equipo gana, nos proporciona una felicidad que otras cosas de la vida no nos dan.
¿Por ejemplo?
El fútbol te permite cosas que la vida no te permite como ganar en el último minuto, remontar o que el menos bueno pueda ganar al bueno. En el fútbol si las cosas van muy mal, en septiembre vuelve todo y por lo tanto siempre hay otra oportunidad. La vida no te da tantas oportunidades.
Hay gente que dice, en realidad, es el deporte que más se parece a la vida, porque muchas veces no pasa nada durante casi 90 minutos y en un instante todo cambia... Estoy de acuerdo. Pero el fútbol también se parece a la vida en que es injusto y cruel. El baloncesto pocas veces es injusto y cruel. Es decir, en el baloncesto el equipo más bueno casi siempre acaba ganando. En cambio el fútbol es un deporte con muchas posibilidades. Un espacio muy grande, pueden pasar mil cosas. Creo que el punto de injusticia del fútbol lo acerca bastante a la vida.
¿Cómo está tu relación con el Barça?
La verdad es que llevo algunos años de desafección. Me saturó mucho la época de los clásicos de Guardiola y Mourinho. Pero lo sigo y creo que ahora a nivel deportivo hay hechuras de equipo. Gente muy joven, de mucho talento, y un entrenador que sabe lo que hace. Por otro lado no sé si será posible dejar de ser un equipo con más pasado que presente por una cuestión de dinero. Porque, si no entras en Champions, no tienes esos ingresos y, si no tienes ingresos, no puedes fichar a los mejores.
De los jóvenes, ¿cuál hace que te pongas delante de un televisor a ver un partido del Barça?
Nico me gusta. Pedri, muchísimo, aunque si jugara menos prórrogas mejor. Pobre Pedri. Ansu Fati, claro. Es un chaval que ha tenido muy mala suerte porque tiene mucho coraje. Es un tío que parece que tiene unos valores que están por encima del éxito y el dinero fácil.
¿El fútbol y la música te aportan cosas muy distintas?
El fútbol fue una cosa heredada de mi padre, que era del Barça, y era una manera de conectar con él. Me costaba hablar con él de según qué temas y el fútbol siempre era como una excusa. Así que para mí tiene un valor sentimental. La música es más tenaz. Si te gusta una canción o un grupo, siempre puedes ir ahí en forma de refugio. El fútbol es más aleatorio y un poco sucio. Sobre todo el entramado de la pasta. Ahora tendremos un Mundial en Catar y pienso: ¿para qué coño voy a estar viendo esto?
¿Sientes nostalgia del fútbol de antes?
No me tengo por una persona nostálgica. No creo que tiempo pasado siempre fue mejor. Lo que cambia es tu vida. No es tanto por los años es más que tu mundo, tal y como lo conocías, desaparece. Pero no soy nada nostálgico. Y en el fútbol una de las cosas buenas es que siempre hay una nueva temporada. Yo de pequeño me aficioné por Cruyff y Neeskens, pero Ronaldinho es el tipo que más me ha hecho disfrutar. Y Messi, ¡he visto a Messi! Cuando estuve trabajando con el personaje de Pepe Carvalho me di cuenta de que Vázquez Montalbán no había conocido a Messi. Era como: ¡qué putada, lo que habría disfrutado un culé como él y lo que hubiera escrito sobre Messi!
Ansu tiene unos valores por encima del dinero fácil