Sin rumbo rozando la crisis
El equipo blanco enlaza dos partidos consecutivos sin ganar que reflejan pérdida de competitividad de los habituales en los que confía Ancelotti, que reservan fuerzas para llegar en las mejores condiciones al Mundial de Qatar
Carlo Ancelotti empieza a perder el control de un equipo que nota el cansancio y que ha bajado su rendimiento a medida que se va acercando el Mundial. Al italiano le quedan nueve días y tres partidos para cerrar la primera parte de una temporada en la que ha ido de más a menos. Una situación que afecta a los equipos que tendrán más representantes y el italiano tiene 14 de 23 jugadores que aspiran defender las camisetas de sus selecciones a partir del 21 de noviembre.
CUENTA LOS DÍAS Que el arbitraje del andaluz Melero López ante el Girona no estuvo a la altura es un hecho, y otro que acertó en las jugadas que le reclaman los madridistas, que deberían mirarse el ombligo sobre el bajón futbolístico en los últimos partidos. Enlazan dos encuentros consecutivos sin ganar, que reflejan la pérdida de competitividad de los habituales en los que confía Ancelotti. Los mismos que ganaron los nueve primeros partidos de la temporada de una tacada. Al italiano se le está cayendo el equipo por fatiga y cuenta los días para que llegue el parón. Los mecanismos en el juego empiezan a fallar como se vio ante el Leipzig y el Girona. Ancelotti se ve incapaz de evitar ese bajón competitivo y que hace saltar las alarmas en el madridismo. El técnico tiene un bloque sobre el que deposita la responsabilidad en cada partido. Muchos de ellos están al límite físico e instintivamente se protegen reservando fuerzas y protegiendo su integridad para llegar en condiciones al Mundial. El cansancio empieza a pasar factura a los fijos. El equipo blanco ha perdido intensidad en su juego, se acomoda en los partidos y defensivamente se exigen muy poco. Un equipo que se rompe con facilidad cuando pierde el balón, con desconexiones en la presión que facilitan la labor a los rivales para llegar a su área con ventaja como hicieron el Leipzig y el Girona.
Ancelotti dice que “los jugadores se relajan cuando pueden” y también cuando no pueden como en los dos últimos partidos.
BAJAS Y DESCANSOS En las dos últimas semanas han aparecido fatigas musculares, sobrecargas, golpes, bajones físicos… que le impiden utilizar el bloque principal y hacer combinaciones en busca del mejor equipo posible. Pero comprueba que están perdiendo energía, que evitan los balones divididos, que ahorran esfuerzos y que el dinamismo demostrado hasta ahora no es el mismo.
El italiano intenta justificar la situación, pero ve al equipo cansado, algo que negaba hace una semana. Rota a los mundialistas por pequeños problemas físicos como Modric y Valverde, además de Carvajal,
Alaba y Mendy, que descansaron en Leipzig; un tocado Tchouaméni y Militao, en el banquillo, no jugaron ante el Girona, además de Benzema, que no se zafa de sus problemas físicos y de una interminable fatiga muscular.
Un Real Madrid que ha empezado a jugar al pie, ya no lo hace de primeras buscando los espacios para salvar las murallas rivales. Se ha vuelto un equipo lento y previsible, sin arriesgar en ataque con el fin de no perder la pelota. Ha dejado de ser dinámico, móvil y perpendicular en su fútbol. Ya no tiene esa continuidad y solidez que le hacía un equipo rocoso y peligroso.
EL `CORRALITO' Ante el Leipzig faltaron seis titulares en la primera derrota de la temporada y contra el Girona hubo tres bajas para el tercer empate del curso. “Jugamos muchos partidos y notamos el cansancio. Son momentos de dificultad que todavía no nos han afectado mucho”, reconoce el italiano, que maquillaba la situación antes
de empatar con el Girona: “Todos quieren jugar y estar disponibles. No veo bajas mentales en este sentido”. En la misma línea que en la previa ante el Leipzig: “No creo que el jugador piense en el Mundial, aunque quieren llegar bien”. El banquillo está muy bien para salir al rescate, pero no para aguantar al equipo. Asensio, Lucas
Vázquez, Nacho o Hazard son excelentes recursos, pero insuficientes cuando los titulares no juegan. Otros como Vallejo u Odriozola ni se han estrenado. Tampoco recurre a la cantera para buscar posibles soluciones. Su `corralito' lo limita a rotar a 14 jugadores en el once titular, 15 antes de la lesión de Ceballos, con Rodrygo en ataque, Camavinga y Ceballos en la medular y Rüdiger en defensa.