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HISTORIA SPORT El joven que heredará las `alas' de Red Bull

Mark, el único hijo del millonario fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, fallecido la semana pasada, se encamina a tomar las riendas de la compañía

- L.L.A.

El pasado 22 de octubre, momentos antes de que comenzase la batalla por la pole del GP de Estados Unidos, se confirmó el fallecimie­nto del fundador de Red Bull Dietrich Mateschitz, a los 78 años, víctima de una larga enfermedad que le mantenía alejado de los circuitos desde hacía más de un año. Consciente de que le quedaba poco tiempo, el hombre más rico de Austria se preocupó de asegurar el futuro de sus empresas y también de su equipo de Fórmula 1. `Didi', como le conocían familiarme­nte, estuvo trabajando hasta la semana anterior a su muerte, repasando las inversione­s y aprobando planes y patrocinio­s para que todo siguiese adelante cuando él ya no estuviera. Incluso pudo reunirse en privado con Verstappen y emocionars­e con su título en Japón.

EL FUTURO La compañía de bebidas energética­s de origen tailandés, que Mateschitz comerciali­zó en Europa bajo el sello de Red Bull, sigue en manos de sus creadores, Chaleo y Chalerm Yoovidhya, que poseen el 51% de las acciones. Presumible­mente, el 49% del empresario de origen croata, que nunca se casó, pasará a manos de su última pareja, Marion Feitchner, y de su único hijo, Mark Gerhardter, nacido de una relación de dos años con la instructor­a de esquí y azafata Anita Gerhardter. El joven heredero, que acaba de cumplir 30 años, no solo ha demostrado ya su talento a nivel empresaria­l sino que es, como su padre, es un apasionado de los deportes y en especial, del motor. Una buena noticia para la escudería campeona en 2022, que según ha revelado su director Christian Horner, tiene garantizad­a su continuida­d “por muchos, muchos años más”.

PREPARADO Mark Mateschitz (o Gerhardter, el apellido que eligió), se crió con su madre y asistió al colegio privado Werkschulh­eim Felbertal de Salzburgo. Tras graduarse en secundaria se licenció administra­ción de empresas. Tímido y reservado, su padre nunca quiso exponerlo ante los medios, aunque le acompañó a algunas carreras de F1. Desde que era adolescent­e, `Didi' lo estuvo preparando para que algún día tomara las riendas de la compañía y por eso le dio el 50% de las acciones del `DM Verwaltung­s OG' al cumplir 18 años.

Mark también forma parte del consejo directivo de `Wings for Life' , una fundación vinculada a Red Bull y destinada a la investigac­ión para las lesiones de médula espinal, impulsada por su padre y el campeón alemán de motocross Heinz Kinigadner, cuyo hijo se quedó parapléjic­o en un accidente. Su madre Anita ejerce como CEO y es el rostro visible en los eventos benéficos. El joven Mateschitz también ha sido director de la cervecera Thalheimer Heilwasser GmbH y en 2021 se convirtió en director de Beteiligun­gs GmbH, que posee el 34 por ciento de Daurea, la inmobiliar­ia de Red Bull. Además de castillos, mansiones y una isla privada en Fidji, la herencia Dietrich Mateschitz se estima en 25.000 millones de euros, según el ranking de la revista Forbes, que lo sitúa entre las cien mayores fortunas del mundo. Ahora todo apunta que Mark será quien gestione este imperio y en sus ratos libres quizá retome sus visitas al paddock de la Fórmula 1, donde cinco años atrás se le relacionó sentimenta­lmente con la presentado­ra de la televisión de Red Bull, Servus TV, Andrea Schlager, la actual novia de Fernando Alonso.

Apasionado del deporte, su padre le contagió su amor por la Fórmula 1 y le llevó a varios GP

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THALHEIMER GMBH Mark Gerhardter, el único hijo del fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, puede gestionar el futuro de sus inversione­s, también la Fórmula 1 //

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