Reacción tardía tras el ridículo
El conjunto azulgrana ofreció la de cal en una primera parte que no debería repetirse y, cuando fue a por el triunfo, no había tiempo
En un baloncesto tan competitivo como el actual en el que cada victoria es importante por muy dispares que sean los objetivos, la primera parte que ofreció anoche el Barça en un partido interminable en Zaragoza no es de recibo. Si alguien ve el resultado sin haber seguido el encuentro podría entender la derrota por 85-83 como un accidente, pero estaría en un error. El cuadro azulgrana deambuló sin alma durante más de 20 minutos por el Príncipe Felipe con un juego caótico en ataque y carencias imperdonable en tareas defensivas que permitieron lucirse al gran proyecto español Aday Mara (2,20 metros) frente a la candidez de un nefasto Sertaç Sanli que no aportó absolutamente nada en 15 minutos. Bueno, sí, -2 de valoración.
Con vistas a una semana muy exigente en la que tocará visitar las pistas del Olympiacos y del Fenerbahçe en la Euroliga, el técnico reservó a Cory Higgins ya Nikola Mirotic tras su exhibición ante el Zalgiris con 28 puntos. Y quizá ese mensaje tuvo algo que ver con la puesta en escena de un equipo que estuvo irreconocible. El principio del fin empezó tras seis puntos de Vesely (6-6), cuando el partido estuvo parado durante casi 40 minutos por un problema con el marcador que no debería permitirse en un torneo tan profesionalizado como la Liga Endesa.
Lo que regresó tras el parón no fue el Barça. Liderado por un SantRoos en gran forma, el Casademont Zaragoza abrochó el primer cuarto siete puntos arriba (19-12) y pasó por encima de los visitantes en uno de sus peores segundos cuartos de la historia moderna con un parcial de 27-12 (46-24 al descanso).
Jasikevicius habló de falta de actitud al descanso en un discurso que ya cansa e incluso dijo que “así no podemos seguir”. El tercer cuarto fue más potable, con dos triples de Laprovittola y otros dos de Abrines que invitaban a soñar. El problema era que no se bajaba el culo en la otra canasta y un gran `currante' como Iván Cruz parecía un All-Star. El tercer cuarto acabó 69-54.
Y en el último, la vergüenza torera de Lapro con 28 puntos y las ganas de un Kalinic que odia perder (15 puntos, seis rebotes y +18) contagiaron al equipo y el marcador se maquilló mucho (85-83). Saras pidió perdón a la afición por la primera parte. ¡Que no se repita!