Un Barça sin ideas y carente de pegada
▄ Hacía tiempo que no veíamos a un Barça tan limitado a nivel ofensivo. Basta con hacer un repaso al rendimiento de los tres atacantes de inicio para entender la ausencia de peligro generado: Raphinha no logró generar un solo desequilibrio por banda. Y, lo que es peor, no se atrevió a encarar a su par en una sola ocasión. Lewandowski, aislado en la punta de ataque, volvió a ejercer de clásico 9 sin marcar diferencias. Y Ansu, una vez más, evidenció que sigue sin coger el tono adecuado que recordaba al de su irrupción hace tiempo.
Y a todo esto hay que añadir que el centro del campo no ayudó en absoluto. Sergi Busquets, Sergi Roberto y Gavi no tuvieron presencia alguna en los alrededores del área de Gazzaniga. El resultado fue la ausencia no de goles sino de ocasiones de gol. Con permiso de un remate de Araujo.
NULA REACCIÓN El tiempo de descanso no sirvió más que para repetir actitud. Vaya por delante que la mejor ocasión de gol fue la de Taty Castellanos, que no estuvo acertado al encarar a Ter Stegen.
Con la liga en el bolsillo culé y un Girona que parece tener más que asegurada la permanencia, el encuentro careció de ese plus de esfuerzo necesario para decantar un partido trabado. Dio síntomas de choque excesivamente amigable.
El único cambio reseñable llegó en los 10 minutos finales. Ahí se acentuó la presión y al menos se intentó pisar el área del Girona con algo más que tímidos centros laterales sin opción de remate. Gavi, en pleno descuento, rozó el gol del Barça. El empate frente al Girona constató la sensación que el final de temporada se puede hacer especialmente largo ante la falta de estímulos competitivos -la Liga se da por descontada-. La ausencia de jugadores importantes sigue pasando factura en un equipo con un juego plano en la creación y sin desequilibrio en los metros finales.