Más cerca de Lewy, pero la dupla no cuajó
Xavi Hernández probó una variante táctica situando al canterano entre líneas para que se encontrara con el polaco. Sin embargo, la conexión no fue fructífera
El regreso de Ansu Fati a la titularidad se quedó a medio camino del éxito. Arrancó con una buena inercia, se movió bien entre líneas, pero se fue diluyendo a medida que pasaban los minutos. En el segundo tiempo apenas apareció y Xavi Hernández eligió relevarle por Ferran Torres.
Ansu Fati fue el seleccionado para volver al 4-3-3 y tener como punto de partida la banda izquierda. A partir del carril basculó de forma constante, dejando espacio para que progresara Balde y acercándose a Lewandowski.
Una recuperación del canterano nada más empezar propició la primera ocasión blaugrana, con un balón servido a Lewandowski, quien disparó alto. El propio Ansu Fati lo intentó antes de llegar a los cinco minutos con un lanzamiento fuera.
Fue un inicio fulgurante que no pudo mantener. El Girona lo ató más en corto y se percató que debía impedir su juego entre líneas. Fati encontró en Sergi Roberto un aliado para que le cubriera las espaldas en defensa cuando se marchaba hacia dentro.
Ansu estuvo participativo y también mostró una buena visión de juego con un pase en largo buscando a Raphinha, quien llegó al remate, si bien Gazzaniga impidió el gol. Fue a falta de diez minutos para llegar al descanso cuando el `10' volvió a acelerar y lo volvió a intentar tras una dejada de Lewandowski, empalmando muy por encima del travesaño.
LE COGIERON LA MEDIDA Esta línea de nuevo ascendente no tuvo continuidad en el segundo tiempo. Ansu lo buscó de nuevo muy por dentro, pero el Girona no le dejó ni respirar y sus apariciones fueron mínimas. El protagonismo iba decayendo y Xavi decidió dar otro impulso al equipo con Ferran Torres.
Ansu encajó bien el cambio y le tocará esperar otra oportunidad. Su actitud fue buena, cumplió con las consignas tácticas de Xavi de asociarse con Lewandowski, pero no llegó el tanto, que siempre pone en mayor valor el papel de un delantero centro.
El cambio, de todos modos, tampoco sirvió para cambiar la dinámica del partido. La línea plana de Ansu Fati del segundo tiempo continuó hasta el final. Con muy pocas ideas y escasa capacidad de desequilibrio.
El Barça se frustró viendo que no encontraba ningún camino para llegar con peligro ni con el recurso a la desesperada de jugar con Jordi Alba de extremo zurdo.
El `10' salió de inicio con muchas ganas, pero se apagó
Arrancó con inercia positiva y puso buenos balones al ‘9’ y a Raphinha que no supieron culminar