Laporta señala a Tebas y al Madrid
LAPORTA DEFENDIÓ LA HONORABILIDAD DEL BARÇA durante dos horas. Y lo hizo con la firme convicción de que el club blaugrana es absolutamente inocente de cualquier delito de corrupción deportiva. El presidente reiteró que el `caso Negreira' es un linchamiento mediático sin juicio y señaló que detrás de esta campaña de acoso y derribo hay el deseo final de controlar el club con el objetivo de apropiárselo. Laporta explicó las conclusiones del informe del departamento de `compliance' del Barça, en las que se pone de manifiesto que los servicios prestados por Javier Enríquez Romero, hijo del entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, están dentro de la legalidad. Desveló que se han recopilado 629 informes técnicos, 43 CD y otros 4 informes diversos del periodo 2014-2018. E insistió en un hecho capital: Enríquez Negreira no tenía ninguna capacidad para influir en las designaciones arbitrales, según se desprende del artículo 29 del Reglamento General de la Federación Española. Laporta fue extremadamente duro con dos de los actores principales de esta campaña, Javier Tebas y el Real Madrid. Acusó al presidente de LaLiga de haber tenido una “actuación irresponsable” y de “falta de profesionalidad”. Señaló al club blanco como “el equipo del régimen, que se ha visto beneficiado de actuaciones arbitrales durante 70 años”. Nunca un presidente del Barça había sido tan contundente: “Comparecer como acusación particular es un ejercicio de cinismo sin precedentes”. Y pidió la unidad del barcelonismo en defensa del escudo, de las esencias fundacionales del club y del modelo de propiedad. En su maratoniana comparecencia, Laporta volvió a señalar a todos aquellos que “quieren destruir al Barça” porque no aceptan que “represente una catalanidad abierta al mundo”. Fue especialmente crítico con los periodistas que se han convertido en instigadores de este intento desesperado de desprestigio y desestabilización en un momento decisivo de la historia del club: cuando se está saliendo de la triple crisis deportiva, económica e institucional y cuando se está buscando la financiación para la trascendental construcción del Espai Barça. El presidente, sin duda, ofreció su mejor versión comunicativa, exhibió transparencia y despejó todas las dudas sobre un `caso Negreira' que en realidad no tiene ningún fundamento. Otra cosa es que consiga acabar con la campaña en contra del Barça. Los enemigos son muchos y muy poderosos y no se van a rendir fácilmente. Seguirán acusando al Barça de comprar árbitros. Aunque sea mentira...