En Historia, el Madrid perderá siempre
Si el Real quería mantener vivo el `caso Negreira', cometió un error infantil
Alas 22.34 horas del pasado lunes el `caso Negreira' se transformó en el `caso Franco'. El Real Madrid picó estrepitosamente el anzuelo que tan hábilmente le lanzó el presidente Laporta unas horas antes y todas las preguntas, teorías y conspiraciones del mayor escándalo de los últimos años quedaron reducidas a nada con el tuit del Madrid. La larga rueda de prensa de Laporta no sirvió para despejar muchos interrogantes pero contenía una bomba de relojería, perfectamente calculada, que tenía como objetivo esconder una explosión con otra superior.
Si el Madrid quería mantener viva la llama del `caso Negreira' cometió un error infantil, que además acarrea consecuencias imprevisibles. El caso es que Laporta ha salido del `caso Negreira' por elevación, convirtiendo un presunto caso de corrupción en un conflicto político-histórico de gran escala en el que tiene muchas posibilidades de ganar. Con su vídeo de acusaciones ridículas y falsas, el Madrid pretende la misión imposible de reescribir la historia y obviar que el único club perseguido por el régimen fue el Barça. La lista de agravios blaugrana es interminable, pero al departamento de comunicación del Real Madrid le iría bien, para entrar en materia, repasar algunas primeras pinceladas: el presidente Suñol fusilado, el fichaje `robado' de Di Stéfano o el vergonzoso 11-1 de Copa del año 1943 con la policía intimidando a los jugadores del Barça. Por no hablar de la frase grosera final de Bernabéu, metida en el video como una respuesta a Laporta: Bernabéu fue un colaboracionista confeso del régimen, una de aquellas figuras que lo mejor que podría hacer el club blanco es dejarlo escondido en un cajón para evitar pasar demasiada vergüenza.
Y es que si hablamos de Champions y competitividad en la era moderna, el Madrid tiene toda la legitimidad para sacar pecho y reclamar su grandeza. Pero si nos adentramos en los oscuros vericuetos de la Historia, el club blanco tiene todas las de perder, porque una sombra alargada inevitable se proyecta sobre muchos de sus títulos y de sus actuaciones durante el franquismo. Hasta el pasado lunes, el Madrid tenía una relación inteligente con su historia: pasar de puntillas sobre el franquismo y poner luz sobre la era moderna. Desde el famoso tuit, el club blanco ha abierto una peligrosísima caja de Pandora en la que tiene mucho que perder y poco que ganar. De momento, ha conseguido que un Laporta acorralado les haya metido un gol por toda la escuadra.