Haaland amenaza al Madrid
El noruego volvió a ser decisivo para el conjunto de Pep Guardiola y certificó el pasaporte de los `sky blues' para la penúltima ronda. Haaland sumó ante el Bayern Múnich su duodécimo tanto en ocho encuentros de Champions League
Esperaba el hueso. El dictador de Europa con 14 medallas bélicas en la solapa. Y el Manchester City acudirá a la cita. Los celestes desafiarán por segundo año seguido la autoridad continental del Real Madrid tras disminuir las ínfulas vanidosas del Bayern. La ida no fue suficiente afrenta para los muniqueses. Erling
Haaland falló una vez, dos y a la tercera desenfundó a la escuadra. El escandinavo lleva doce goles en ocho encuentros, y tendrá, por lo menos, dos partidos más para engordar sus registros. Kimmich maquilló las vergüenzas alemanas. Nada a criticar. Nada censurable. Ni los detractores de Pep
Guardiola encontrarán argumentos sólidos para ensuciar lo que el genial entrenador catalán perpretó en Baviera. Siete años después de su marcha del Bayern, donde parte de la orgullosa afición alemana ninguneó su obra por no haber levantado la Champions, el de Santpedor enseñó que la paciencia en el fútbol es una virtud escasa. En Manchester, el City le ha dado tiempo y dinero, claves de un ecosistema ganador, y por tercer año consecutivo estarán en semifinales y con la sensación de que esta podría ser su temporada. Presión organizada y dosificando la adrenalina, los `sky blues' aplacaron el ensorcedor ambiente del Allianz, con los decibelios disparados tras el retraso inicial por problemas técnicos de los colegiados.
Leroy Sané trató de resucitar una eliminatoria muerta y enterrada en el Etihad. El extremo alemán no precisó en un mano a mano con Ederson tras ganarle la carrera a Stones y obligó al portero brasileño a reaccionar en un libre directo picado con muy mala intención.
Por entonces, Upamecano, desastroso en Manchester, se había librado de otro escarnio público. Su compatriota Clément Turpin le expulsó tras un forcejeo con
Haaland. La pantalla revisó y se apiadó del francés. El noruego partía en fuera de juego antes de ser derribado. No contento con el indulto, el central volvió al disparadero y desvió con el antebrazo un lanzamiento de Gündogan. Esta vez no hubo marcha atrás. Penalti.
Haaland plantó el balón en los once metros, vació sus fosas nasales e impactó con violencia vikinga un balón que acabó en el carrillón de Marienplatz. Se libraba Upamecano, el Bayern y también el City, con un pimpampum de Coman y
Goretzka antes del intermedio que salvaron entre Ederson y su zaga sobre la isma línea de gol.
RENDICIÓN BÁVARA El cronómetro apremiaba a la `Mia san Mia', que necesitaba un gol como el oxígeno y quemó todas sus naves. El 1-0 rondó la zona de castigo británica en una nueva incursión de Coman, el mejor de los germanos junto a
Sané. El City se salvó por milímetros y de un despeje intencionado de Stones nació una transición letal. ¿Quién dijo que en el `libreto' de Guardiola era un sacrilegio contragolpear?
Haaland descargó el pelotazo de su compañero y cedió de cara a
Kevin de Bruyne. El belga vio lo que sólo su talento puede vislumbrar y lanzó la carrera del escandinavo, que sentó a Upamecano, la ajustó a la escuadra y se cobró algunas cuentas pendientes con la afición del Bayern. El delantero nór
El City administró el 3-0 cosechado en la ida y realizó un ejercicio de practicidad ante un Bayern fallón
Guardiola jugará sus décimas semifinales en los catorce años como entrenador profesional
dico anotaba su duodécimo tanto en los ocho encuentros que llevamos de competición, y con, al menos, dos más por delante.
El arreón final de los alemanes, entre piques y un ambiente algo más caldeado, le permitió maquillar el rubor de la eliminatoria. Tel la envió a la red, pero su esfuerzo no valió por fuera de juego de Coman. Ya en el 82', Turpin acudió al televisor para ver unas manos evitables de Akanji tras una pillería de Sadio Mané. Kimmich transformó por el centro con Ederson vencido a su derecha.
El 1-1 no alteró ni un segundo el pulso de los mancunianos. De hecho, Guardiola vio tan claro el pase de ronda que retiró a Haaland del rectángulo para dar entrada a Julián Álvarez. El catalán continúa haciendo historia y disputará sus décimas semifinales en catorce años como profesional. La lírica del Manchester City contra el pragmático Real Madrid. Cinturones abrochados.